Todo comenzó hace muchos años (bueno todas las historias empiezan así...no). Como todo buen adolescente que no se come "un torrao" me llamaban la atención los anuncios de "escorts" de los periódicos, así que ni corto ni perezoso cuando cumplí 16 años me decidí a hacer realidad mi sueños, echar mi primer "polvo".
Fui a uno de los clásicos de aquella época, mediados los 80, en la zona del Eixample, timbre rojo, calle Rosellón (creo que ya he dado suficientes pistas). Cogí valor, 5.000 pesetas que tenía ahorradas y me fui para la casa de citas. Llamé al timbre y me abrió la puerta un señor con el pelo canoso con una pregunta bastante directa: "Chico que edad tienes"......tras mi respuesta el hombre en cuestión me respondió: "Vuelve cuando tengas la edad suficiente".....
Y así fue la primera experiencia del Capitan Bimbo, una auténtica declaración de intenciones de lo que iba a ser mi vida en un futuro no muy lejano.
La segunda experiencia que ya fue más real y palpable, para un segundo capítulo......