
Iniciado por
icaro69
Existen ocasiones donde las que desaparecen son ellas.
Momentos que las envuelvan y se esconden en ausencias, aire y espacio.
El mundo es lo suficientemente enrevesado, sacrificado y liante como para además darle un pespunte...con su otro mundo.
Con el tiempo uno comprende dos cosas:
Que ellas aunque parezca que tengan una gran piedra (filosofal) corazón, no pueden evitar cruzar ese límite y circuncisa frontera cuando más creían controlar los tempos y el ritmo de su vida.
Que ellas nunca dejan enterrar sus ilusiones.
Creo en los momentos, en los oportunos y en los desafortunados.
Y las circunstancias siempre son aquellas que nos ponen el lugar, la oportunidad y las agallas a cara de perro.
Ladran, aullan, se lamen y relamen.
Y es que todos no dejamos de ser perros y collares.