Lo de la prensa es muy cutre, lo malo es que cuando empiezan a prohibir, no tienen medida. Darle alas a las feministoides y luego vendran los portales de internet, los foros.
Ese peligro está latente.
Si Clemenceau dijo que la guerra era demasiado importante para dejársela a los generales, en este caso y aunque pueda sonar a strangelove, es demasiado importante para dejársela a los políticuchos.