Iniciado por
ELLE
Si queréis una respuesta cínica y falsa, por aquello de que soy chica y aquí hay que quedar muy bien ante vosotros... Pues de mí no la vais a tener.
Voy a dar mi opinión como mujer:
Yo no querría para mí un matrimonio como los que tanto se ven en el mundo exterior, y mucho más por estos lares. Tengo demasiado respeto a esa institución, y mucho más a la pareja, como para admitir que sea una asociación de dos personas que conviven, aburridos uno del otro, y ya solo comparten hipoteca (en su caso), convencionalismos sociales y el cuidado de la prole.
Mi idea del asunto no es, precisamente, que mi marido me tenga cariño y esté conmigo por comodidad o cobardía, cuando está loco por conocer otras mujeres y acostarse con ellas. Cuando se ha convertido en un hombre experto en quedar con escorts y en inventar mentiras para escaparse de mí e irse con ellas. Me parecería muy deprimente verme así, porque eso es cualquier cosa menos SER AMADA.
Os engañáis a vosotros mismos diciéndoos que pagáis por sexo porque... Solo es sexo. Y, seguramente no os queréis dar cuenta de que la mayoría no buscáis, ni mucho menos, un desahogo físico únicamente. Queréis creer que lo tenéis todo menos eso, cuando la verdad es que tenéis bien poco.
La cruda realidad es que necesitáis un renacer que os saque de la apatía, de ese letargo emocional que padecéis.
Buscáis ilusión, coquetear, seducir, sentiros atractivos, algo absolutamente innecesario cuando se trata de pagar por sexo... .
Y, como consecuencia de eso, después, y no antes, buscáis y obtenéis excitación sexual y placer físico.
Eso es así, y por ese motivo hay tantos cuelgues/encoñamientos/enamoramientos, de clientes con escorts.
El matrimonio y la pareja son lo que son, y desde luego la condición de infinitud no está en ellos. Para mí deben estar basados en el amor, la complicidad, el compartir... E, indiscutible y necesariamente, en la Pasión, en atraerse mutuamente.
Y como eso es perecedero, cuando sientes la necesidad continuada de estar con otra/s persona/s, y ni te cuento cuando te enamoras de alguien, debes ser leal contigo mismo y con la otra persona, y admitir que la pareja está muerta, fallecida, finiquitada, caput.
Allá cada cual, pero es que no entiendo por qué tantas personas se empeñan en vivir sentadas sobre la tumba de su matrimonio.
Lo pienso, y, desde luego yo no quiero que me hagan el inmenso favor de fingir y tenerme engañada como a una china. Visto lo visto, prefiero mil veces estar donde estoy.
Siento ser tan políticamente incorrecta. Solo espero no haber ofendido a nadie.
Besos.