Iniciado por
Marchito
Distinguido Sir Francis Watson:
Supongo que su consultorio es de amplio espectro y abarca tanto cuestiones sentimentales como sexológicas y escatológicas.
No pretendo, con esta consulta, competir con su vasta cultura en estos temas, sino el de ampliar mis conocimientos en interés propio y en el de una vecina de mi escalera, la Vanessa.
Hace ya algún tiempo, la Vanessa llamó a mi puerta después de la medianoche, para pedirme un poco de pimienta para unas empanadillas que estaba cocinando para su novio, el Rubén; cortesmente la invité a entrar en mi casa y mientras yo me afanaba en conseguirle la pimienta, ella comenzó a fisgonear y vió en mi pece que estaba conectado a forosx. Acto seguido mostró su interés por dicha web y me confesó que a ella le gustaría también conectarse, ya que carecía de suficiente información sobre ciertos temas, pero que el Rubén era muy suyo y si la pillaba visitando esas páginas le iba a montar un pollo de mucho cuidado.Se despidió con prisas, me dijo que el Rubén ya debía estar mosca, pero que le gustaría, cuando pudiera, hacerme unas consultas sobre unas cosillas que el Rubén le había pedido que le hiciera en varias ocasiones y que yo, como usuario del foro gozaría de suficiente información para asesorarla.
Al día siguiente me la encontré en el rellano de la escalera y me dijo que disponía de unos minutos para hablar conmigo antes de que llegara el Rubén. Me explicó que estaba estudiando un curso a distancia para ampliar sus conocimientos de asistencia técnica sanitaria, que había conocido al Rubén a través de match.com y que rápidamente habían congeniado, ya que él también estaba cursando a distancia los mismos estudios. Que ella estaba muy quedada con él, y él con ella, se querían muchísimo, pero que él era muy suyo y que a veces le pedía cosas que ella no entendía. El Rubén llevaba varios días pidiéndole que le hiciera un fising y que luego le diera un beso negro, que ella como no sabía de que se trataba y tampoco quería preguntarselo a él, para no quedar como una ignorante delante suyo, le iba dando largas alegando dolores de muelas, de cabeza e incluso gastroenteritis.
Cuando le expliqué con delicadeza y sin entrar en muchos detalles, lo que le pedía que le hiciera al Rubén, casi le da un soponcio....-¡qué guarrada!, ¡qué repelús!- repetía,-además el Rubén tiene muchas flatulencias y decora sus gayumbos con palominos-. La intenté calmar, le dije que si eso era tan importante para el Rubén, debería intentarlo y si tanto repelús le daba, que utilizara para lo primero, unos guantes de cocina, y para lo segundo, un durex; aunque eso no le garantizaría la ausencia de flatulencias y palominos. No le pareció bien mi consejo, al Rubén le gustaba hacerlo todo a pelo, era muy natural y campechano. Fué entonces cuando le sugerí la opción de la lavativa, -ahhh, un enema, me dijo, eso lo he estudiado yo en el curso a distancia y me parece una idea genial, seguro que al Rubén le va a encantar-. y se despidió dándome agradecida un par de besitos en las mejillas, -eres un cielo Marchito-, sic.
A la mañana siguiente llaman a mi puerta y aparece quien dijo llamarse el Rubén, moviendo furiosamente un martillo de grandes dimensiones y profiriendo unos insultos altamente ofensivos hacia mi persona, que prefiero no recordarlos. Antes de que aquel energúmeno pudiera traspasar el umbral de mi dulce hogar, cerré rápidamente la puerta con doble pestillo y ahora apenas me atrevo a salir de casa.
Estoy muy preocupado, eminente Sir Francis, no comprendo el motivo por el cual el Rubén me tiene tanta ojeriza, acojonado y enfilado. ¿Acaso no estuve acertado en mis consejos a la Vanessa? ¿Qué debo hacer?.
Espero con ansiedad sus doctos consejos.
Suyo afectísimo.
Marchito