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Jason Bourne
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cipoton
Hablas de una cena con sorpresa U. y la sorpresa no acabo de verla por ninguna parte.
Puestos a aportar alguna idea sorpresiva. Propongo una cena con verdadera sorpresa. No es idea mía, fuí un invitado a una de ellas como agradecimiento de un cliente que gracias a unos buenos consejos cerró un gran negocio. Hace ya unos años cuando merodeaba amistades peligrosas. Este cliente era un gran putero, un gran hijo de puta y un cabronazo. De ahí el gran feeling que nos profesábamos y que cuando nos saludábamos nos diéramos dos besos.
Sería una cena sólo apta para puteros, Nada de putanescos refinados, ni aficionados. Para que salgan bien las cuentas, mínimo 24 comensales.
Local poco convencional. Nada de Restaurantes ni lugares de acceso público. Un lugar privado en el que una vez hayan acudido los comensales se cierra la puerta y nadie entra ni sale hasta el final de la fiesta. Mesas de seis. con mucho espacio y mantel largo hasta rozar el suelo. El cátering lo podría elaborar e celentano para conseguir un efecto afrodisíaco. Prohibido levantar los manteles ni sacar las manos de encima de la mesa... Bajo las mesas, evidentemente está/an las sorpresas.
Quien pierda el control y se corra en la boca de la sorpresa, paga prenda (cena y 120 Euros). Unos tienen y otros no... lotería pura ya que los que coman los bajos gozarán de libertad de elección. Digo los y no las, porque en este juego toca lo que toca y nunca sabréis si quien os la come es el, ella, o ello. Simplemente una boca que lame y relame vuestro miembro.
Finalmente y para los que el azar les haya deparado salvarse de ser comidos mientras comen o han sabido resistirse a las manipulaciones que les realicen... dos pibones en sorteo entre ellos que tras un streptease morboso y con derecho a roce entre los posibles agraciados. Quien sucumba a los manoseos de las artistas (que jugarán a tope)... eliminados y entre los supervivientes un sorteo en el que ganará quien mejor resista un francés a dos bocas y cuatro manos. Evidentemente, las finales se realizarán en público y serán los jueces aquellos comensales que hayan sido eliminados en las previas.
Sé que no estoy invitado a participar de semejante cena-sorpresa, no soy un redomado putero como usted, pero tengo una pregunta existencial que me corroe las entrañas.
Si me es permitido formularla .... usted, ¿sería comensal o estaria debajo de la mesa?
Por un momento me has hecho pestañear Jason. Y mira que hay pocas cosas que lo consigan. No por nada especial, simplemente porque cuando lo hago me sale volando el ojo de cristal (otro día que tenga más tiempo explicaré donde tuve que meter la p..... para recuperarlo en una correría de sexo de pago). Pero esta vez... has conseguido hacerme pestañear.
Te lo perdono porque me caes bien. Tienes ese feeling especial que me recuerda tanto al amigo del que hablaba al principio de mi post. También te voy a contestar, a pesar de que mi retraso quizá haya provocado que tu duda haya caído en tu olvido. ¡Por fin te has atrevido a preguntarme! y por educación voy a darte respuesta, aunque... cuando planteas estas cuestiones, estoy seguro que me conoces y por eso te surgen este tipo de dudas.
Ya dije que no asistiré como comensal. Así que de las dos opciones que propones.... la segunda, Ahora bien, tampoco puedo asegurarlo a ciencia cierta ya que según por los presupuestos que nos movamos, tocarían a tres sorpresas por mesa. Yo, a duras penas cabría en una. Cuestión de volúmenes. Eso sí, si finalmente te atreves a aceptar el reto, en la mesa que sólo haya una sorpresa... quizá esté yo. Prometo, que aunque me muero de ganas, no me pondré la dentadura postiza.
Así que si notas que te la chupa un/una desdentad@... ¿quien sabe?... a lo mejor soy yo.
Hay también un segundo impedimento que puede impedirme de tal placer. Mis obligaciones laborales. Como asistan muchos putanescos amantes de la buena estética estaré muy atareado en poner de punta los pezoncitos de los pibones que irán desfilando. Es un trabajo duro y agotador. No puedes imaginarte lo estresante que resulta pasarse horas con un cubito de hielo en los dedos y frotando los pezones de tías espectaculares sin poder hincarles el diente (aunque sea de la dentadura postiza). Tengo un trabajo muy agotador.