Iniciado por
paula barcelona
Todo cambia, se mueve, tiene vida propia.
Uno se empeña en quedarse quieto, porque le gusta una situación, un momento, un segundo.
Porque es ése. Sólo ÉSE el que te da la vida.
Sin embargo, la vida tiene su propio tempo. No se detiene por nadie, ante nada.
Incluso las esculturas de Rodin, tienen ése movimiento, propio de aquello que permanece inmóvil.
Cada vez que las miras, descubres un nuevo gesto, un rictus inesperado, incluso parecen transmitir uno u otro sentimiento, dependiendo
de los ojos con que las mires ese día en concreto. O quizá ellas lo cambian para tí...
La amistad se parece mucho a lo descrito. Es inamovible, pero cambia. Está viva.
Y como todo aquello que es animado, precisa alimentarse. Algo tan, aparentemente sencillo, como compartir un paseo,
una copa, una charla, unas risas, nos dan la vida y nos refrescan el espíritu. Quizá lo importante es la compañía.
Las personas tenemos afinidades entre nosotras que, desconocemos de manera consciente.
Pero se encarga el inconsciente de hacerlas aflorar. Pensamientos cruzados, llamadas intercaladas, palabras dichas a una; destacan
más allá de una amistad, una confluencia de conceptos, de raciocinio y de inteligencias, que no se dan con facilidad.
Hoy por hoy, prefiero una gran amistad a un gran amor. Soy consciente de mis carencias, que son muchas.
Todo llegará. Hay un tiempo para cada cosa. Y, descubrir ó redescubrir amistades, es algo que este año que se va, ha hecho bien.
Días difíciles, atraen a tu lado, sólo a los mejores.
La gente está en todas partes. Lo invaden todo. Son, esos seres humanos que no le gustan a Barcel, (ni a mí) por ejemplo.
Las personas son más difíciles de encontrar. Los amigos hay que buscarlos entre las personas, no entre la gente.
Bon Nadal!!