Un seco escalofrío sacudió mi cuerpo ,cuando un potente rayo iluminó la negra ribera...las facciones gargolescas de
la petite se incrustraron en mis retinas,haciendo de ésta, una imagen que jamás olvidaré...¡Que fea era,joder!,pero,¡Que buena que estaba!...
La lengua del putanesco alado,dura como una piedra,arrancaba las ánsias de la susodicha,y las plasmaba en la espalda del alado ser...unos profundos surcos se iban inundando de una sangre oscura y espesa...
Mientras...el del puro y el cocinillas
,se dejaron agarrar por la diestra y la siniestra...y desenfundaron.
El ritmo era pausado,lento...embriagador...ella miraba a ambos lados,una y otra vez...lanzando lametones desde sus pupilas,hacia los condenados putanescos,que sentían,como una manos finísimas exprimían sus miembros...ella continuaba gruñendo obscenamente,grotescamente.
No podía más y me decidí actuar...mi alma pedía esa unión,y la apuntalé en su culo.
Se la introdujo con un golpe seco y certero...noté el tope y el grito fue terrorífico...se escuchaba como los ventanuchos de algunas casonas se cerraban...¡No querían ver más!
Se retorcía como una puta víbora,pero no perdía el compás lento de querer saborear hasta la última milésima...o centímetro,era un verdadero demonio poseido por cuatro almas putanescas...faltaba el fino estilista Teutón.
A él le tenía reservada su inmensa boca dentada...y así fue,en un plis plas...
Nos perdimos en el tiempo,no importaba...nos perdimos en las formas,tampoco importaba...nos perdimos...y nos corrímos al unísono...descargamos nuestra leche putanesca,entre gritos y jadeos,en su maravilloso cuerpo...quedó empapada de hermandad...de libertad.
Cayó fulminada,acompañada por un ahogado grito de satisfacción...nos quiso,con su mirada,durante unos segundos más y se aletargó.
Mientras,nosotros,nos miramos y levantamos los puños...¡Algo había nacido!
Watson