Volví a la pizzería...y de camino,me sorprendió una extraña escena.
El extraordinario ser alado estaba sentado en una roca,presidiendo la grandeza del Sena...y a menos de un palmo,estaba ella,
la petite B....de pie,desnuda...mostrando un exquisito
parrús,el cual desprendía una pequeña neblina debido al calor...
El estaba embobado,comtemplandolo...me dió la sensación de que era la prolongación de la roca,solamente los rayos que desprendía de sus alas lo hacían un poco más
pseudohumano.
Debo reconocer que el cuerpo de
la petite era extraordinario,muy bien perfilado,explendoroso...otra cosa bien diferente era su cara,anteriomente descrita...
De sus inmensos orificios nasales brotaban dos columnas de vapor,presagiando un orgasmo en breve...y su boca, entreabierta, pedía a gritos silenciosos,un miembro que la ocupase...
Su cabeza se iba ladeando,de derecha a izquierda,acompasada y lentamente...¡Hostias paracía un demonio!
Cogió la cabeza que tenía delante de su raja y la apretó contra sí...
Escuché un gemido-alarido propio de las poseídas por Satán...mientras,por la esquina,aparecieron los dos personajes que estaban en la pizzería...el tío de puro con mirada helada,y el cocinillas
con su artilúgio de cortar carne...
¡La fiesta estaba garantizada!...Solamente faltaba que yo me decidiese...
Sabía que desde el mismo momento en que me uniese a la fiesta,mi alma se tornaría negra,túrbia,putanesca...
Y caí...
Watson