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About LinkBacksUlmo...Unwitting e Icaro está varios peldaños por encima del resto de mortales...sus almas están incrustadas alli don más duele,o sea en el corazón del resto.
Vuelan libres y campan a sus anchas...
Watson
Ulmo...Unwitting e Icaro está varios peldaños por encima del resto de mortales...sus almas están incrustadas alli don más duele,o sea en el corazón del resto.
Vuelan libres y campan a sus anchas...
Watson
Eso me ha llegado Watson !Iniciado por Mr.Watson
No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices.
-- Robert Louis Stevenson
Yo es que entre tanto culo que no me dejaba mordisquear mi pizza 4 quesos, me resigné a beber y a ver ver culos... o no me resigné ??? no me acuerdoOstis, Mr_U, tú también estabas en la pizzeria, lo que pasó es que estabas más agudo. Lo recuerdo muy turbia y vagamente.
No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices.
-- Robert Louis Stevenson
Yo tambien estaba U, lo que pasa es que no pude llegar a la mesa, se me cruzó un negro musculoso que protegía a las escorts, y cuando vió la cara de baboso que ponía me agarró del pecho, puso su cara a dos milímetros de la mia y me soltó...como toques a alguna de mis muñequitas te voy ha hacer la fimosis en la cara...salí por patas.
[quote=mr_ulmo]Eso me ha llegado Watson !
Dios Watson, tu sí que estas pallá.jaja.
Lo que yo decía semblem tafaneres de riu....
Watson
...la hierba U., la buenahierba y la hierbamala, te la fumas entre las nalgas que tu lengua lametea y recorre la lluvia de aquella muchacha con las bragas impregnadas en naftalina.... se amansa la fiera senil, el pajarraco de juventud... el nido de pajas se cae donde la muchacha recoge la calderilla, propina seglar que amaina el temporal desorbitado del lagrimal del babeo... apuntas y señalas, donde las hebras se muerden el labio inferior.... disparas y amagas, donde calada tu mirada está pillada.
Los cerdos son ratas de cuadra. Y el paté de mi hígado está a la entera disposición de aquel oncólogo que me permita peinar cualquier duda.
Las cerdadas y guarradas que la burguesía recrea no dejan de ser una ventana indiscreta.... todos salen de la fiesta con el rabo entre las piernas, y ellas entre los labiox disimulando con la puntita de la servilleta bordada.
Papuchadas.
Calumnias.
Y las escaleras, las malditas estrategias en bolas, negra esquina blanca, rosa doblada con el cerdo padre. Rabo, sangre y visceras. Magra, oreja y cecina.
No todas venden su cresta iliaca. Sólo alguna, balancea sus caderas, para que la verdadera infantería de los deseos asalta lo que Cardin revienta donde las manos y el mantel limpian de sudores.
Y mientras existan camareros con el trapo sucio de bandeja a una legua.... danzarán los corazones que el humo de la hiedra enreda alrededor del cuello del beso robado, caido, castrado.
Muerde, mientras los culos parezcan manzanas envenenadas.
Mientras se dejen. Hasta que se quieran.
Muerde el polvo rosa.
Y revienta la registradora.
Cuando las yemas rastreen el grabado no encontrarás nada más que la tumba del precio:
el valor.
Muerde, traga, pellizca, reniega..... mientras fumes, mientras huelas..... ellas menearán hasta el corazón de la posadera.
Y como les gusta saber que el retrovisor y el rabillo cogen la mano bajo el mantel.
Ellas se las fuman dobladas.
Será la de I., la mía es solamente la suma, resta y raíz cuadrada de unos ligeros brotes esquizoides.
Un saludo, Watson.
...la hierba U., la buenahierba y la hierbamala, te la fumas entre las nalgas que tu lengua lametea y recorre la lluvia de aquella muchacha con las bragas impregnadas en naftalina.... se amansa la fiera senil, el pajarraco de juventud... el nido de pajas se cae donde la muchacha recoge la calderilla, propina seglar que amaina el temporal desorbitado del lagrimal del babeo... apuntas y señalas, donde las hebras se muerden el labio inferior.... disparas y amagas, donde calada tu mirada está pillada.
Los cerdos son ratas de cuadra. Y el paté de mi hígado está a la entera disposición de aquel oncólogo que me permita peinar cualquier duda.
Las cerdadas y guarradas que la burguesía recrea no dejan de ser una ventana indiscreta.... todos salen de la fiesta con el rabo entre las piernas, y ellas entre los labiox disimulando con la puntita de la servilleta bordada.
Papuchadas.
Calumnias.
Y las escaleras, las malditas estrategias en bolas, negra esquina blanca, rosa doblada con el cerdo padre. Rabo, sangre y visceras. Magra, oreja y cecina.
No todas venden su cresta iliaca. Sólo alguna, balancea sus caderas, para que la verdadera infantería de los deseos asalta lo que Cardin revienta donde las manos y el mantel limpian de sudores.
Y mientras existan camareros con el trapo sucio de bandeja a una legua.... danzarán los corazones que el humo de la hiedra enreda alrededor del cuello del beso robado, caido, castrado.
Muerde, mientras los culos parezcan manzanas envenenadas.
Mientras se dejen. Hasta que se quieran.
Muerde el polvo rosa.
Y revienta la registradora.
Cuando las yemas rastreen el grabado no encontrarás nada más que la tumba del precio:
el valor.
Muerde, traga, pellizca, reniega..... mientras fumes, mientras huelas..... ellas menearán hasta el corazón de la posadera.
Y como les gusta saber que el retrovisor y el rabillo cogen la mano bajo el mantel.
Ellas se las fuman dobladas.
Pásame el xilum que me estás poniendo los diente largos.
¿Ahora los huevos llevan....reloj.........?
Muuummmmmmmm.
Esa cicatriz a las doce en punto en tú pómulo derecho, es la rebelión perfecta para tu testiculina.
Perfecta, loco. Fetén.
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