Tema: Debemos aprender de los animales(Homenaje a Darwin)

Branchiostoma... los machos de este simpático "bichito" tiene 26 pares de gónadas

La mayoría de las especies, super-machos incluidos, tienen 2 solamente, por comparar. La razón de esta exhibición sexual y capacidad de emisión de esperma viene explicada porque su propietario vive en el fondo del mar, enterrado en un agujero. Al caer la tarde se pone cachondo y empieza a bombear esperma desde su escondrijo con la esperanza de que alguno de los espermatozoides alcance a fecundar a las hembras. Y estas, como algunas mujeres, para ponerlo difícil, viven cerca de la superficie. El esperma debe subir desde el fondo, la gran mayoría es ingerido por las microscópicas criaturas que conforman el placton (y por algún bañista despistado ) y alguno acierta a llegar a su destino.

Yo a los Branchiostomas les tengo un gran respeto, 26 pares de gónadas para emitir esperma y jamás pegan un polvillo de tres al cuarto, se limitan a eyacular y dejar que el azar guíe a sus espermatozoides hasta el lugar adecuado.

Saludos,
Darwin

Iniciado por cipoton

Mal planteamiento el título de este hilo. En mi opinión deberíamos "desaprender" para volver al sexo que realizan los animales.

No soy un experto. Tal vez Watson podría explicarlo con claridad meridiana, pero, el sexo que practicamos los humanos nace en un gran engaño urdido por las hembras de la especie para que los machos, más primarios y menos ingeniosos, creyeran que estaban en celo y les continuaran facilitando alimentos y cuidados a modo de regalo, para poderlas poseer y así cumplir con el instinto básico de perpetuar la especie.

Sí compañeros, sí. El sexo de los humanos, el celo permanente, el que los machos de la especie siempre estemos pensando en el sexo... es a causa de la habilidad de las hembras de nuestra raza hace miles de años. Después, la fisiología se adecuó a esa mentira y de ahí que nuestra especie estemos en un estado de celo permanente y los hombres absorbamos gran parte de nuestro pensamientos en ello.

Las hembras de homínidos, por instinto natural tendían a seleccionar a los machos con mayores garantías de supervivencia. Los más fuertes, los más sanos... y los más hábiles para poder obtener alimentos. De esta forma, para conquistar a la hembra, los machos aprendimos que la mejor forma para mostrar nuestra aptitud y triunfar en el cortejo era facilitarles cuantos más y mejores alimentos mejor. La hembra, siempre más inteligente y menos obsesionada por el sexo, rápidamente descubrió que cuanto mas tiempo fuera receptiva a las relaciones sexuales, menos esfuerzos habría de realizar para sobrevivir ya que con "la apariencia" de estar en celo, los machos se preocuparían por ella. El tiempo y la evolución hicieron el resto, mantener las mamas voluminosas y poco a poco establecer ciclos de celo más cortos. Y los machos hemos pasado de preocuparnos unas pocas semanas al año por las necesidades sexuales a pensar en ello cientos de veces al día (según algunos estudios, una media de seiscientas veces diarias).

¿Como podemos aprender de lo animales si las hembras de nuestra especie hace ya miles de años que con su engaño han transformado nuestra fisiología y por culpa de ellas, ahora pensamos más en el sexo que en cualquier otra cuestión de nuestras vidas?

Y después se quejan de que seamos como somos.... y la culpa es de las hembras, de su ingenio y pillería, y de la buena fe de los machos de hace decenas de miles de años. Ellas siempre han tenido un sapiens más que nosotros y cuando los machos eran habilis, ellas sapiens, cuando ellos sapiens, ellas ya eran sapiens sapiens. Ahora ya prefiero no pensarlo demasiado, pero... los machos tenemos la batalla más que perdida. Mientras que nos dejen follar, mejor no rebuscar demasiado en estas cuestiones, que como se confabulen y encuentren "juguetitos" que las complazcan más que nosotros... se dedican a la fertilización artificial y por selección natural de aquí unos años todo hembras y bebés probeta.

Lo tenía en la punta de la lengua, iba a soltarlo ahora mismo y, por muy poco, te has adelantado.
Ya lo dice tu nombre, cipotón, que grande eres (y no me olvido de ti).
Hal

Iniciado por Macqueen

Los animales son buenos amigos, no hacen preguntas y tampoco critican.

George Elliot

que mono stef que mono