Dedicado a todos los foreros contemplativos.
La vida pasa a la deriva por el escaparate. Estoy tendido en él como un jamón iluminado esperando que caiga el hacha. En realidad, no hay nada que temer, porque todo está cortado pulcramente en lonchitas y envuelto en celofán. De repente, todas las luces de la ciudad se apagan y las sirenas dan la alarma. La ciudad está envuelta en gas venenoso, explotan bombas, cuerpos despedazados vuelan por los aires. Hay electricidad por todos los lados, y sangre y esquirlas y altavoces. Los hombres que van por los aires están locos de alegría, los de abajo gritan y braman. Cuando el gas y las llamas han devorado toda la carne, comienza la danza del esqueleto. Miro desde el escaparate, que ahora está a oscuras y contemplo el caos.
H&Marchito