Gerundio, una siesta, sólo una siesta. Lo mejor unas cabezadas. No se te permitirá más.
Cabezadas como las mias, entre el humo de los pitillos y un ligero sopor de los vapores etílicos.
Haz lo que te de la real gana, pero si tu sueño es permanente, este pequeño emperador echará de menos poder leerte. Ya hay quien lo hace y que te aprecia y yo aprecio. Asi que tu mismo.
Algún día con togas y puñetas........
Te he propuesto para la Cruz de San Raimundo de Peñafort, pero si algún imbécil del ministerio de Justicia no apoya la moción, te concederé la cruz al mérito imperial. Y que sepas que es una condecoración puramente femenina. Sólo la lucen dos damas y una señora. Las dos primeras la cruz imperial blanca, por divertirme y hacerme reir. La última luce la cruz imperial rosa, máxima condecoración que puedo otorgar, por revolverme las tripas, por cambiarme los esquemas y por dejarme quererla. Aun siendo femenina, seguro que la luces con gusto y apostura.
Dulces sueños y un abrazo.
Saludos.