—Un coche y un chófer cuestan demasiado. He vendido mi coche.
—¡Qué tontería! En su lugar, yo hubiera vendido el chófer y me hubiera quedado con el coche.
—No puede ser. Necesito el chófer para que me lleve al trabajo por la mañana.
—Pero, ¿cómo va a llevarle si no tiene coche?.
—No necesita llevarme. No tengo trabajo.
Los Hermanos Marx