A mi la gente también me encantó, aunque los taxistas están locos de atar.
Estuve una vez y vi dos actuaciones policiales que me sorprendieron y a la vez me hicieron pensar:
En una de ellas vi como un policía armario ropero, sacaba por la ventanilla al conductor de un taxi que se había pasado un stop despacito pero sin pararse, y lo dejo sentado en la carretera al lado del taxi. En la otra vi como un policía enanejo, ponía firmes a un armario ropero que estaba robando en el gran bazar y le hizo seguirle como un perrillo faldero. Conclusión el estado policial es tremendo. Lo cual evidentemente influirá en lo de la poca criminalidad.
Ahora bien Istambul me encantó y volveré