En la antigua Grecia,los escultores inventaron un método para ocultar los defectos de sus obras: escondían con un poco de cera derretida las capas que a veces se formaban en la parte superior de sus estatuas. Los ingenuos compradores se llevaban de este modo, a su casa,con orgullo,obras de arte poco duraderas que al cabo de algún tiempo empezaban extrañamente a derretirse.
El truco de la cera se difundió de tal modo, que algunos artistas, para defender su buen nombre, tomaron la costumbre de poner en la base de sus estatuas la frase : " Sine cera".
El fraude de la cera nos regaló uno de los más importantes vocablos de nuestra lengua, especialmente aplicable a la amistad, la palabra "sincera".
A propósito de este hilo, ignoro el motivo, he recordado lo que leí de un tal Corty : Dos mujeres que hayan permanecido juntas durante dos horas, hablando mal de una amiga común, acaban creyendo "sinceramente" que serán amigas hasta la muerte.