Pocos, que quizás no lleguen a un par, sabían que estaba en un mes especialmente horribilis,. Y entre esos poquísimos, y un par de ignorantes de la situación, le han dado un buen vuelco a la cosa.
Porque basta poco para que el negrísimo se ilumine hasta deslumbrar.
Basta, que aún sin tiempo, sin energía, sin deber poder en absoluto, ni tener deuda porqué hacerlo, los poquísimos te hagan saber que no te olvidan.
Basta recibir un MP, recibo poquísimos!, de un desconocido, totalmente desconocido forero, compartiendo ideas y complicidades.
Basta recibir un e-mail de alguien completamente ausente al foro que ha tenido la paciencia de leerse mi hilo más chorra y construir, de madrugada, una reflexión bellísima sobre la transcendencia de la vida, la grandeza de los hombres y el amor de los amantes. Bellísimo, de verdad. Lo transcribiría, pero sé que no debo ni el creador lo quiere.
Bastaba una de las señales, pero a Doña Coincidencia se le antojó reunir a estas tres. Y, gracias al capricho, vives 3 veces más, y esas 3 veces vives bien, porque al menos en esos momentos bien te han querido. Y eso lleva al placer, de nuevo, a un placer absoluto.
Y otro capricho de Doña Coincidencia. Sí, todos son mujeres. Sí, todas son escort, seguramente de distinta forma, con distinto espíritu, por distintos motivos, con distinto futuro. Y todas son brillantes, muy brillantes, e inteligentes, muy inteligentes, y, aunque a una no la conozco, estoy seguro que las tres son muy hermosas. Doña Coincidencia sabe hacer las cosas.
A parte de buscarlo y saborearlo, al placer hay que aprender a distinguirlo. Si no, se esfuma.