Con permiso del surrealismo imperante, voy a aportar mi bobo punto de vista.
Yo disfruto en mayúsculas de la preparación de la cita. Especialmente de las que programo a medio plazo, con la perspectiva de algunos días o semanas. Intento crear todo el entorno para que, desde el momento que me encuentro con mi acompañante, hasta el momento que me despido de ella, sólo quepa el placer. Hedonismo puro y duro. ¿Esto debe caber en el foro, no?.
Me encantan los detalles, discutirlos con ella, mantenerla informada de los progresos, plantear una fantasía cómplice, guardar alguna sorpresa... o esconderla en la habitación... Pensar como ella se está preparando en las últimas horas previas, como quizás me sorprenda de nuevo con un vestido que se compraba aquella misma mañana, o luciendo alguno de mis tontos regalos. O alguno de mis caprichos...
Disfrutad el placer imaginando el placer que recibiré, desde el momento que la vea y se desvela la sorpresa de qué lleva puesto, y también de qué no lleva, hasta la conversación que favorecerá la mesa que hemos seleccionado, donde tomaremos la copa luego, los arrumacos-arrechuches-exploraciones en el bar, en el coche, el champaigne esperando en la habitación a la hora adecuada... ¿No creéis que son excitantes estos preparativos?. Si os contase...
En mi universo de hedonismo cabe incluso el sobre, siempre sin cerrar, blanco, con sólo un nombre escrito. Es lo último que preparo antes de encontrarla. Y me olvidaré de el con el primer beso. Hasta la próxima vez.
Sobre blanco, tinta negra. Historias en blanco y negro.