En la antigua Roma, las prostitutas se dividían en distintas clases:
Las meretrices estaban registradas en las listas públicas, mientras que las "prostibulae"ejercían la profesión donde podían, librándose de pagar el impuesto.
Las "delicatae" eran las prostitutas de alta categoría, siendo sus clientes, senadores, comerciantes y generales.
Las "famosae" tenían la misma categoría pero pertenecían a la clase patricia, dedicándose a este oficio por necesidades económicas o por placer. entre ellas, Mesalina, Agripina la joven y Julia, la hija de Augusto.
Las "ambulatarae" recibían ese nombre por trabajar en la calle o en el circo.
Las "lupae" trabajaban en los bosques cercanos a las ciudades.
Las "bustuairae" trabajaban cerca de los cementerios.
El lugar favorito para las relaciones sexuales eran los "baños",ofreciendo sus servicios tanto hombres como mujeres.
Después de haber leído este pequeño recordatario, lejano en el tiempo,aprovecho la ocasión para escribir una de mis citas favoritas :
"Algunas cosas tienen que cambiar, para que todo permanezca igual"