Iniciado por
icaro69
En un par de meses... Darwin, Insomne, Nietze y Gerundio, Cipotón anda en ese silencio que queratina, como Oliba o el propio farero de este hilo raído.
"Alguien me aburrió. Creo que soy yo".
Es natural.
La muerte, forma parte de nuestras vidas desde el instante en que el azar nos concibe. Es natural. La muerte y el vacío.
Cuando nos vamos conociendo, la intimidad pierde algo de ese estado milagroso que emociona, ilusiona y percute. Que comparte.
La sensación de perder el tiempo, esa terrible deuda con lo efímera de nuestras vidas... degolla a la presencia.
Deseo, que Darwin se extasie contemplando donde las piedras anidan un corazón libre, que Insomne pueda dormir donde caben miles de sueños y un solo deseo, que Nietze no deje sola a aquella colina que en solitud es la amante perfecta, que Gerundio siga liando risas y despertando divinas palabras, que Cipotón cierre lo que tenga que abrir y encuentre ese rugido fémino que susurra quietud, que Oliba crea que no me olvido de lo que tenemos pendiente pero que la angustia y la ausencia me impiden recordar quienes somos, que Priamo siga vareando, creando, callejeando por donde las almas inmensas dan paso a la huella eterna.
En poco más de dos meses, algo cambió.
Y la vida, no espera a que cambie uno, no aguarda a que se conjuguen las palabras idóneas, las situaciones perfectas, las respuestas encontradas.
Ahora, en esta gran perra madrugada al otro lado del mundo uno recuerda que las alforjas vacías liberan el peso de la conciencia, el paso cambiado, el estado del alma y la esperanza más natural y libre.
A ellos que nos han hecho gozar en la consciencia más hermosa desearles que sigan caminando, que todo siga cambiando...
...que jamás cambien el paso.
A todos nos llegará, a todos.
La fortuna, es que a pesar de esos pasos... nos encontremos aquí donde las almas auténticas no se desvanecen.
Y cuando digo aquí, con la mirada, es ahí... en un abrazo.
Ahí afuera, nada cambió.
Todo sigue igual.
Y eso es lo verdaderamente importante y humano.
Mereció muy mucho la pena.
La gran pena...