Y yo me pregunto y te pregunto, ¿no es menos cierto que los faros giran constantemente y sin embargo no se mueven de su sitio altanero?Iniciado por icaro69
Ellos no cambian, pero los fareros sí.
Y yo me pregunto y te pregunto, ¿no es menos cierto que los faros giran constantemente y sin embargo no se mueven de su sitio altanero?Iniciado por icaro69
Ellos no cambian, pero los fareros sí.
Entrañable U., los faros permanecen inmóviles.... quien no para de moverse es la madre de todos nosotros........
Los faros, y hay muchos, no cambian. Cambias tu de faro, y de farero!Iniciado por unwitting
Te noto cansado U. ¿fin de semana duro? ..........
A veces el cansancio nos arranca a destajo todo lo que se duerme entre las manos.Iniciado por Jason Bourne
El faro sigue ahí, seguirá ahí.... impertérrito, candente, gravitatorio con sólo aquellos que buscan la luz....
....pero el hormigueo, el jadeo y las ojeras; las brazadas, y los pasitos quietos amontonan pequeñas montañitas de arena que invaden y arañan cualquier deseo carnal.
Existe un punto de luz, donde el deseo...se desvanece.... se adormila.... se canjearía por el más puro y sincero abrazo que estrecha dos mundos y un pensamiento....
...algo cambia y muda para que inevitablemente las personas den paso a sus almas, y éstas a los avatares de la vida.
Que el hombre propone y Diox....
Diox dispone.
Nunca creí que tanto silencio me dijera tanto.
Y crees rozar el resquicio.
Y el pequeño quicio de la incertidumbre.... se postra para ofrecerte en carne viva.... lo que toda una vida predica con el ejemplo.
No se puede luchar contra las creencias.
Pero si se podría creer en los sentimientos, por encima incluso de lo que Diox desaprueba.
Se me fue de las manos y casi se te fue del corazón.
Existe un crepúsculo donde el silencio no exprime palabras, sino el recuerdo de ellas. Existe un lugar después de todo, pero después de todo, sólo se trata de acostarse juntos aunque estemos con otros, se trata de la carne, de la cruda... de la cruda realidad.
De los cuerpos desnudos, que el sol y la luna, el haz y el deber, la sombra y el presagio, son ellos... nuestros cuerpos desnudos.
Y esa lámpara de la muerte en vida, es un mundo en el cuenco de las manos.
A veces ofrecen un trago de agua, otras ahogan hasta el aire que parece libre y perece en el próximo suspiro.
Algo está cambiando, me agita la terrible verdad de saber que silencio y sentimiento, ni son antagónicos y si simiente.
Se me irá de las manos y casi se te irá de ella para que seas la otra.
El paradigma del ilusionismo, evitar para que la tentación se convierta en madre.
Palabras que, para mi y en el día de hoy, rezuman tristeza y melancolía.Iniciado por icaro69
Quizás porque ayer lanzé a la basura uno de los últimos proyectos para recuperar mi capacidad de sentir algo más que ternura.
Saludos,
Darwin
Al amor, siempre lo visten de rojo satén, de seda crudo o de verde esperanza.Iniciado por DARWIN
Ilusos.
A la ternura de azul cobalto, de gris armonía o blanco fetén.
Mentirosos.
A la tristeza de negro traición, de lilas melancolía, de melocotón sin piel.
Ladrones.
¿Y al olvido?
No existe nadie que inventara la forma de disimular que ya no recuerda como su soga nos anuda a todos esos colores en la acuarela de la vida.
No existe palabra, ni sentimiento que nos atrape más al presente.
En él conviven todos, los ayeres, ahora y el mañana.
Lo demás, son ganas de querer olvidar lo que sabes que fehacientemente no puede desprenderse de tu alma.
Muchas veces me he preguntado por el olvido... Es difícil desprenderse de algunos recuerdos. Cuando era más jóven era realmente difícil, algunos me persiguieron durante años. Pero, como la madurez tiene cosas muy buenas, ahora es todo bastante más sencilloIniciado por icaro69
Darwin
Imagina unas magdalenas untadas en la crónica de una muerte anunciada, imagina el relato de un naúfrago que evoca su último deseo, imagina cien años de soledad con cuarenta lunas, imagina el amor en tiempos de cólera mientras enferma el azul, imagia que la noticia de un secuestro nos sobrecoge la inocencia....Iniciado por DARWIN
...imagina, cómo diría el colombiano arcángel Gabriel, que la muerte no llega con la vejez.... sino con el olvido.
En un par de meses... Darwin, Insomne, Nietze y Gerundio, Cipotón anda en ese silencio que queratina, como Oliba o el propio farero de este hilo raído.
"Alguien me aburrió. Creo que soy yo".
Es natural.
La muerte, forma parte de nuestras vidas desde el instante en que el azar nos concibe. Es natural. La muerte y el vacío.
Cuando nos vamos conociendo, la intimidad pierde algo de ese estado milagroso que emociona, ilusiona y percute. Que comparte.
La sensación de perder el tiempo, esa terrible deuda con lo efímera de nuestras vidas... degolla a la presencia.
Deseo, que Darwin se extasie contemplando donde las piedras anidan un corazón libre, que Insomne pueda dormir donde caben miles de sueños y un solo deseo, que Nietze no deje sola a aquella colina que en solitud es la amante perfecta, que Gerundio siga liando risas y despertando divinas palabras, que Cipotón cierre lo que tenga que abrir y encuentre ese rugido fémino que susurra quietud, que Oliba crea que no me olvido de lo que tenemos pendiente pero que la angustia y la ausencia me impiden recordar quienes somos, que Priamo siga vareando, creando, callejeando por donde las almas inmensas dan paso a la huella eterna.
En poco más de dos meses, algo cambió.
Y la vida, no espera a que cambie uno, no aguarda a que se conjuguen las palabras idóneas, las situaciones perfectas, las respuestas encontradas.
Ahora, en esta gran perra madrugada al otro lado del mundo uno recuerda que las alforjas vacías liberan el peso de la conciencia, el paso cambiado, el estado del alma y la esperanza más natural y libre.
A ellos que nos han hecho gozar en la consciencia más hermosa desearles que sigan caminando, que todo siga cambiando...
...que jamás cambien el paso.
A todos nos llegará, a todos.
La fortuna, es que a pesar de esos pasos... nos encontremos aquí donde las almas auténticas no se desvanecen.
Y cuando digo aquí, con la mirada, es ahí... en un abrazo.
Ahí afuera, nada cambió.
Todo sigue igual.
Y eso es lo verdaderamente importante y humano.
Mereció muy mucho la pena.
La gran pena...