necesita aunque solo sea una por una vez... su polla dentro d ella, como tantos días lleva imaginando...
No duda en acudir a la cita, y no se molesta en ponerse ropa interior, no la va a necesitar. El día es gris y no hay un jodido taxi que la acerque a sus anhelos. El tiempo pasa, y su excitación aumenta.
Consigue llegar, dando tumbos, descubriendo su nerviosa mirada, a la puerta del placer. Repetidas llamadas no logran que nadie acuda a apagar su fuego, y provoca que piense que todo era fruto de una amarga broma. Su corazón late con fuerza, y un atisbo de esperanza sale de su garganta cuando descubre que la puerta está abierta. No hay marcha atrás, y no quiere que la haya. Entra y un gemido de preocupación asoma en sus labios, la casa huele a sexo, un extraño hedor que no acierta a catalogar.
Se dirige a la habitación, mojada, preocupada e insegura, cuando una lagrima rodea su mejilla. No soporta la visión de su propia y querida hermana gemela yaciendo con el hombre de sus sueños.
El silencio se estaba apoderando de su alma, cuando él dijo: Desnúdate y ven a la cama con nosotros