El título no es nada original, lo sé. Lo he copiado de un programa de TV3 que, en medio del sopor Navideño, quise ver, con cierta curiosidad por el título: Esborrany de un nou món, se llamaba. Luego resultó ser lo de siempre, un mero documental de todo lo sucedido en el año que agonizaba, o ya había muerto, que no me acuerdo exactamente en que día lo echaron. Nada demasiado profético.
Ayer se coronó a un César, en medio de expectación y baño de multitudes como siquiera los auténticos de Roma nunca habrían soñado. César Obama, ave... los que van a morir te saludan... o cuanto menos los que van a pasarlo mal.
Posiblemente lo que voy a escribir cabría perfectamente en otros hilos, en el de Barcel o en el de Obama (los pongo al mismo nivel los dos personajes, lo siento Barcel). Pero me gustaría intentar enfocar la "crisis" desde otro punto de vista, en dirección a los cambios que va a suponer en nuestra forma de vida y, especialmente, en las relaciones humanas.
Porque yo ya no le llamaría crisis, sino cambio. El mundo va a cambiar, hacia una nueva era. La clase media acabará siendo, como mucho media clase, o quizás un cuarto. Y allí debemos andar metidos casi todos. El cambio será tan sustancial, que dentro de unos meses incluso nos parecerá superado, las hipotecas bajarán, la gente se sentirá aliviada (luego vendrá un agravamiento general). Pero para todo esto os dejo el excelente hilo de Barcel. Yo no soy economista, ni siquiera economizo todavía en nada. Soy un simple putero, con Postgrado, eso sí. Y humano, o casi, en eso aprobado justito. Me interesan las relaciones humanas.
El mundo cambiará. Cambiarán las relaciones humanas. Se desenpolvarán o refrescarán (si no los hemos olvidado, en cuyo caso deberemos aprenderlos) conceptos como la ayuda al prójimo, la solidaridad. Pero serán ayudas y solidaridad distintas de las que ahora practicamos. No se tratará de dar al pobre del Tercer mundo (bueno, al cacique que se lo queda siempre antes de que le llegue al pobre de verdad) alimentos sobrantes y casi caducados o medicamentos retirados... o incluso residuos tóxicos (caravana humanitaria de Alemania hacia Bosnia en la guerra de los Balcanes)... hasta llegar a ese 0,7% , que ni así se llega. No, será solidaridad de la real, de dar a tu familia, a tu íntimo, a tu vecino, a tu colega, a quien lo pida, lo esencial para poder vivir.
En este marco... a que vamos a renunciar. Y, finalmente, para lo que aquí interesa, que conviene no olvidar de que va el foro (Holaaaaa ) ¿vamos a renunciar, las clases medias o los cuartos de clase, al sexo profesional?
Yo creo que no, al menos en mi caso, renunciaré a otras cosas, que a lo mejor pueden parecer hoy esenciales (veréis pronto que poco importantes eran cosas que, hasta ayer, parecían básicas), porque... necesito este sexo. Llevo muchos años metido en el y soy un adicto, lo reconozco. Quizás los precios bajen, pero es que bajarán muchos precios, eso es la deflacción, la realidad... el duro suelo. También bajarán nuestros ingresos. Quizás deba renunciar a los cachés a los que hoy accedo... Chi lo sà!. Pero pienso continuar, para evitar males mayores
No pretendo que este hilo sirva sólo para pedir que bajen las tarifas. En absoluto. Preferiría que no se hablase de ello. Este hilo es para hablar de un mundo nuevo, en construcción, con enormes peligros de inestabilidad y convulsión. Y el sexo profesional, eternamente presente en nuestra sociedad, es un elemento de estabilidad, de control y satisafcción de necesidades y adicciones que, liberadas de otro modo, podrían generar miles de monstruos.
El mundo nuevo que se avecina, quizás, pueda atesorar muchos más valores que el mundo que agoniza. Como ha dicho el nuevo César, todo somos responsables. Porque también puede convertirse en un infierno de mafias y esclavos.
El nuevo César puede ayudar, pero no basta. Y menos aquí, en este país, donde el problema es muuuuucho más gordo... y tan lejos de Roma.
Oliba