La palabra cambio es la clave de muchas campañas electorales… cuando las cosas no van bien depositamos las esperanzas en esa palabra. Ahora mas q nunca nos enfrentamos a una era de incertidumbre pero yo quiero verlo también como una esperanza, tendríamos q ver la crisis como una oportunidad, q nos conduciera a la introspección.
Uno no puede verse entre la maraña de ‘relaciones’, q desconoce el nombre del vecino de la puerta de al lado, pues nunca a perdido ni un segundo en conversar con el, en decirle q cuente contigo para lo q necesite.
Ves cómo en cierta manera se nos escapa la comunicación básica, el estrés, las prisas, el poder, lo material, la monotonía y consumismo, se encargan de construir ‘nuestra identidad" y convertirnos, sin que lo queramos, en un icono, un número, un nick.
Echo de menos eso de mi infancia, cuando las puertas del vecindario estaban abiertas a toda la comunidad. Donde nadie buscaba un canguro, un refuerzo de clases en verano, un practicante, … alguien q te solventara cualquier imprevisto, todos contábamos con todos. Donde los críos merendábamos en cualquier casa, o en nuestra cabaña en lo alto de un algarrobo, o nos metíamos directamente en el gallinero y pillábamos los huevos recién puestos d las gallinas.
Teníamos en nuestro interior el potencial para la supervivencia, y nos complementábamos con los demás.
Luego vino el desaprender lo aprendido, y q en este mundo existimos como entidades individuales, donde vale todo hasta la máxima maquiavélica, “El fin justifica los medios”.
Voto por la austeridad. Por la que da libertad. Por la que corta las cadenas del deseo superficial. Por la que nos aparta del poder. Por la que alimenta el espíritu. Por la que permite ver las cosas de otra manera y construir el borrador definitivo a un Mundo Nuevo.