Iniciado por
Gerundio
Te cuento, Travesura Bella, Bella Travesura, la fantasía inconfesable que me ronda desde hace unos días. Y te la cuento porque eres tú la que pregunta.
Es una fantasía dulce y delicada, incluso diría que algo surrealista, pero soy así. Y te aseguro que es cierta.
Tres personas corren desnudas por un prado. Montañas al fondo. Postal de los Alpes. Día radiante. Al fondo se divisa una vaca, violeta con manchas blancas, la de los chocolates Milka.
El primer corredor eres tú, Travesura Bella. Desnuda. Huyes de mí, que te persigo, también desnudo y con mi moto sierra en la mano. Tu cara es de esfuerzo, pero no pareces asustada. El tercer corredor es natural del país dogón, hermoso, alto, fibrado, negro azulado, de rasgos europeos, también desnudo, destacando, como siempre en este tipo de sueños, su enorme sexo. Me persigue a mí, que si hago cara de asustado.
Veo que me va a pillar, y en un esfuerzo supremo te adelanto, me olvido de ti, quiero salvar lo único y último que me queda virgen. Y te alcanza.
Paro en seco. Veo que no obstante la hermosura del negro pides ayuda. Y antes de que te fuerce acudo con la moto sierra y corto su miembro. Un miembro enorme, sorprendentemente duro, pura piedra. El negro, carente de miembro, desaparece y aparece de nuevo la vaca de los chocolates Milka. Le lanzo el miembro a la vaca, lo tritura y se lo come.
Y ya en el colmo del delirio, la vaca nos mira a los dos, lanza un sonoro “Muuuuuuuuuuuu” y caga ante nuestros ojos una tableta de chocolate Milka. La tomamos y leemos la etiqueta que, para nuestra sorpresa, lleva un texto que dice: “Rico chocolate relleno de trocitos de durísima avellana del país dogón”.
Y nos comemos el chocolate tú y yo, olvidando que estamos desnudos los dos y el motivo de perseguirte, mientras una voz en of dice: “Chocolates Milka, el sustitutivo del amor. Ahora con avellanas del país dogón”.
Es así, Travesura Bella, Bella Travesura. Ya iré al médico pasadas las fiestas.