Iniciado por
Mael
Se llama Daniela. A ella le debo el haber entendido lo que busco en el amor de pago, porque lo encontré con ella sin saber qué era realmente lo que buscaba. No tenía una idea muy clara de lo que podría proporcionarme este mundo. Sexo sí, pero del cual? Es que hay tantos…
Pocas experiencias antes que ella; un par malas, un par buenas. Pero incluso con las buenas algo faltaba.
Encontré mis experiencias a través de Loquo. Del loco Loquo. Tenía un criterio básico de búsqueda: higiene y seguridad. Con lo cual escogía chicas ofreciendo masajes con complementos, complementos light (manual y cubana serían los términos técnicos). Por seguridad, y cierto pudor.
Tengo una vida sentimental rica, pero falta de un erotismo fantasioso. Qué fantasía exactamente no lo sabía, hasta encontrarme con Daniela.
Para encontrar una chica que me proporcione seguridad, primero descarto todas las que ofrecen “de serie” el francés natural, máxime si es “hasta el final”. Luego cuando llamo, siempre pregunto si hacen el francés sin, dejando entender por mi tono que es eso lo que busco. Si me dicen que si, las descarto, por muy atractivas que me puedan parecer. Y eso me limita extraordinariamente el campo.
Un día llamé a Daniela, y quedamos. Lo hacía con. Cuando la vi por primera vez, no era la chica de las fotos ni de lejos. Pero ya sé que esto puede pasar en Loquo. Además, no tengo un tipo físico muy determinado. La encontré atractiva, una bonita chica brasileña de piel canela y ojos claros, algo precavidos. Un trato normal. Hablamos muy poco, pero me dijo que en poco más de un mes volvería a Brasil.
Cuando puso su mano sobre mí para empezar el masaje, sentí inmediatamente que algo sería distinto esta vez. Su mano me decía algo, ese algo me provocó un temblor interior. Hicimos el amor, con mucha naturalidad, y placer para los dos. No solo el placer del orgasmo. Hubo mucha complicidad, y todo fluyó espontáneamente. Hacía el amor no solo con su cuerpo, sino también con su ser. Un ser ampliamente desconocido, pero intuido. Fantaseado al fin y al cabo, pero su sonrisa, sus besos, su abrazo, eran bien reales. Sentía que tanto ella como yo encontrábamos algo en este momento de intimidad, que nos hacía falta. Más allá del dinero y del placer sexual. Fue mi primera relación total con una pro.
Nos vimos cada semana hasta su marcha a Brasil. Su marcha no me puso triste, puesto que allá estaba su felicidad. Fueron en total cuatro horas muy hermosas. Cada encuentro superaba el anterior.
No era amor, pero había una implicación emocional por ambas partes, de naturaleza distinta por las circunstancias de cada uno, pero con control total. Es muy difícil de explicar.
El aspecto crematístico/ comercial es necesario, para poder mantener los limites donde queremos que estén. Y luego, puede volar la libertad al encuentro de lo anhelado por cada uno. Y ese algo no tiene precio. Tengo muy poca experiencia con profesionales, pero sé que al menos algunas están dispuestas a recibir algo más. Y para mi, pagar a una persona para darle un rato de felicidad, más o menos intensa, lo encuentro muy morboso, … y me hace feliz.
Ahora que se fue Daniela, a ver que me depara el futuro. De momento tuve un primer encuentro con otra chica brasileña que conocí a través de Loquo, y fue muy prometedor. Una mujer sensible, inteligente y sensual.
Así lo que busco es una relación erótica con cierta densidad emocional, controlada pero rica. El físico de la chica importa...hasta un cierto punto. No es lo que más.
Ya lo solté. Podría extenderme mucho más, pero creo que sería abusar. Ya habrá ocasiones.
Gracias a los que hayan tenido la paciencia de leerme hasta el final.