Tema: Pregunta para los chicos....Que esperais de...?

Excelente respuesta Capi.

Eso que dice esa profesional, se puede aplicar al resto de las mujeres. Creedme que tenemos muchos menos prejuicios de los que os pensais, pero debeis prestar más atención y presentar las cosas muy adecuadamente.

Iniciado por travesura_bella

Excelente respuesta Capi.

Eso que dice esa profesional, se puede aplicar al resto de las mujeres. Creedme que tenemos muchos menos prejuicios de los que os pensais, pero debeis prestar más atención y presentar las cosas muy adecuadamente.

Gracias.

Y a la inversa, a veces uno se encuentra con algunas cosas francamente desagradables. Ropa con olor a humedad, muy ingrata. Papeleras de los cuartos de baños con condones de toda la semana (eso sí, envueltos en sus kleenex). Matas de pelo en el fondo de la ducha o bañera. Toallas que denotan haber hecho más de un servicio si pasar por la lavadora. Cabello con olor a sebo, a cocina, o al perrito que tienen en casa (los perros dejan mucho rastro). El colmo ya es un sexo con "fragance de femme pas lavée", supongo que se me entiende, y aunque eso es excepcional, existe. Uñas de las manos largas y sucias (cuanto más largas, más limpias han de estar). Plantas de los pies que no conocen la piedra pómez. Lencería caducada. Sábanas aún calientes con la forma del culo del cliente anterior.

Por suerte hay mujeres a las que cuando te acercas, su aroma a limpio te arrebata.

Capi

Interesante Capi.

Una pregunta: por el aspecto exterior de una mujer, olor o lo que sea, sabrías decir su "higiene" íntima? existe ese sexto sentido en el hombre?¿

tic tac, tic tac.....

Joooooderrrrrrrrr Adrianus. Me has puesto tierno.....

Que cosas te pasan....



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Iniciado por travesura_bella

Interesante Capi.

Una pregunta: por el aspecto exterior de una mujer, olor o lo que sea, sabrías decir su "higiene" íntima? existe ese sexto sentido en el hombre?¿

tic tac, tic tac.....

Por supuesto, existe un sexto sentido, el que te va diciendo "echa a correr", "echa a correr" y como los hombres somo así de lerdos, no echamos a correr.

Del aspecto exterior se suele poder deducir el estado de las simas íntimas. Una mujer puede ir muy arreglada pero no necesariamente ello implica que vaya limpia. Además, hay gente que va limpia y gente que es limpia, y existe una notable diferencia en ello: en el primer caso estar limpio es excepcional y en el segundo es el modo de ser, sea varón o hembra.

En la primera aproximación llega el primer examen, que suele ser definitivo: al dar un par de besos, la nariz se aproxima al cabello, y su fragancia o la ausencia de la misma suelen ser el indicador de la situación general.

Capi

Iniciado por ADRIANUS

Si que hay sexto sentido Trave. Pero no necesariamente oloroso. Ahí os dejo mi respuesta definitiva. Copio y pego de mi procesador de textos.



Al hilo de este hilo y valga la redundancia hoy puedo decir que ya tengo mi contestación a la pregunta que hacía Trave.

Lo que sigue es más que un ladrillo un bloque de hormigón armado, y aunque no he escrito así nunca en el foro, siempre hay una primera vez y sin duda la ocasión, al menos para mí lo merece. Pero ojo, el que avisa no es traidor.

Mi última cita fue en el mes de febrero, y salvo un encuentro de reconciliación con una escort ya retirada para arreglar un par de malentendidos en el mes de julio, no había estado con ninguna profesional desde entonces. Lo poco que tengo me gusta intenso.

Realmente esto es una experiencia y debería contarla y postearla en el hilo correspondiente, pero por motivos que me reservo aunque se podrán intuir más adelante, la paso por aquí. Y entre otros motivos, comprenderéis que estas cosas quedan feas decírselas a según quién, pero como la mayoría en el foro somos mayorcitos muchos me entenderéis que necesito contarlo; realmente lo gritaría si pudiera pero no es muy oportuno, así que de tapadillo y en voz susurrante lo escribo.

Allá por las Navidades me encontré con una web en la que se anunciaba una señorita que ofrecía sus servicios. – Adrianus- me dije, -puede ser el tipo de chica que te atrae y tanto te gusta-. Sin embargo, algo había que me retenía de coger el teléfono o teclear un breve mensaje. Y no, no eran reticencias, sino una especie de miedo reverencial, con la casi clarividencia de que si el encuentro se producía podría haber heridos y no esta el Imperio como para que el emperador ande perjudicado.

Y hete aquí que un buen día que el emperador decide que su cuerpo magullado podría resistir una batalla más, que las heridas acaban restañándose y éstas aunque podrían dejar cicatrices, curan; Y decidí cruzar mi Rubicón con un mensaje contestado, con un intercambio mayor de amenazas cariñosas se cerró el encuentro con la percepción creciente de que iba a salir bien aquello y el día y hora convenida llegaron. Y la percepción se confirmó; Y cómo!!!

Adrianus y Venus (llamémosla así por ahora) se encontraron y se reconocieron sin ninguna dificultad. No entraré en detalles pero si contaré que sin ningún género de dudas pase uno de los días más memorables de mi vida.

Escuché y fui escuchado en una cascada sin fin de ideas, expresiones y comentarios interrumpiéndonos continuamente. Tuve sexo, ya lo creo, sexo como casi ya no recordaba; sexo sano, limpio, sutil, algo más salvaje que salió de forma casi espontánea y que sacó lo mejor de mi virilidad sin aparente esfuerzo; me recreé la vista en el cuerpo de una Mujer dormida entre las sábanas, me miré en sus ojos y ella se miró en los míos. Y más.

Ese día Venus consiguió que el mundo de Adrianus se parara. Adrianus ofreció lo que buenamente pudo e intentó que Venus tuviera si cabe una mínima recompensa. Recibí ternura, cariño, comprensión, pasión y risas muchas risas. Venus consiguió que Adrianus se rompiera, que desvelara sus secretos, que le contara cosas no sabidas en la certeza de que quedan a buen recaudo. Y Venus también descubrió la parte indefensa y vacilante del emperador. Pero tuvo la decencia y la dignidad de no hacer sangre de un hombre desarmado y finalmente concluida la batalla pudo regresar a Palacio con apenas algunos rasguños tras una batalla que sin duda ganó Venus pero que le hizo creer a Adrianus que fueron tablas. Pero el mundo giraba exclusivamente alrededor de esa habitación de hotel.

Poesía aparte, el otro día pasé un día maravilloso; mi Venus me dio lo que quiso y para mi fue mucho y yo lo tomé, desde luego mucho más de lo que yo le pude dar y merece; y yo le ofrecí mi compañía (y bueno unos euritos también claro que uno es generoso en lo que puede) Me resulta difícil contarlo, y se me quedan sensaciones por narrar porque uno es limitado en palabras, pero esa mujer especial me hizo sentir el ser más especial del universo, que yo era el único, y desde luego también aseguro que ella era la única; y se lo agradezco de corazón más allá de lo que sería capaz de expresar.

Sin embargo, si quiero que quede claro una cosa. Aunque las señales de peligro se encendieron en un momento determinado, se apagaron, y hoy no tengo sensación de riesgo y si un infinito contento, paz e ilusión porque pueda y me deje compartir algunos ratos más con ella y pueda o podamos disfrutar de nuestra mutua compañía y si se tercia, de algo más.

Ayer, por medio de los cielos de España en un turbulento (en sentido literal) vuelo, pensaba y escribía cosillas en la moleskine. He encontrado una escort excepcional, una MUJER con mayúsculas por la que siento respeto, afecto, consideración y cariño y que espero que acceda a verme de nuevo y que seguiré por aquí y postearé alguna mamarrachada, pero de momento poco más. Sólo me apetece una cosa.

Por último contar la despedida de Venus, que fue un achuchón en un recodo de una estación un par de besos en la mejilla al entrar hacia el tren y una media vuelta rápida para que no se notaran los ojos vidriosos del sentimiento agridulce de placer de haberla podido conocer y la pena de su partida. Después en el coche todo fue música, sol y un corazón rebosante de vitalidad.


Saludos.

Adrianus,

Fantástico.

Reconozco, también recientes, y con la misma intensidad, estas sensaciones. Desconozco de que fuente bebiste, pero bien pudiera ser la misma y, es curioso, aún así no sentiría cielos, sino honra por pertenecer a una élite de afortunados.

Durante años, en un rincón de mi bolsa de viaje, hubo siempre un ejemplar maltrecho de las Memorias de Adriano. Elegiste magistralmente tu nick.

Suerte, Adrianus, para continuar viviendo tus sueños.

Oliba (ave nocturna sensible a deslumbramientos).

Iniciado por ADRIANUS

Si que hay sexto sentido Trave. Pero no necesariamente oloroso. Ahí os dejo mi respuesta definitiva. Copio y pego de mi procesador de textos.



Al hilo de este hilo y valga la redundancia hoy puedo decir que ya tengo mi contestación a la pregunta que hacía Trave.

Lo que sigue es más que un ladrillo un bloque de hormigón armado, y aunque no he escrito así nunca en el foro, siempre hay una primera vez y sin duda la ocasión, al menos para mí lo merece. Pero ojo, el que avisa no es traidor.

Mi última cita fue en el mes de febrero, y salvo un encuentro de reconciliación con una escort ya retirada para arreglar un par de malentendidos en el mes de julio, no había estado con ninguna profesional desde entonces. Lo poco que tengo me gusta intenso.

Realmente esto es una experiencia y debería contarla y postearla en el hilo correspondiente, pero por motivos que me reservo aunque se podrán intuir más adelante, la paso por aquí. Y entre otros motivos, comprenderéis que estas cosas quedan feas decírselas a según quién, pero como la mayoría en el foro somos mayorcitos muchos me entenderéis que necesito contarlo; realmente lo gritaría si pudiera pero no es muy oportuno, así que de tapadillo y en voz susurrante lo escribo.

Allá por las Navidades me encontré con una web en la que se anunciaba una señorita que ofrecía sus servicios. – Adrianus- me dije, -puede ser el tipo de chica que te atrae y tanto te gusta-. Sin embargo, algo había que me retenía de coger el teléfono o teclear un breve mensaje. Y no, no eran reticencias, sino una especie de miedo reverencial, con la casi clarividencia de que si el encuentro se producía podría haber heridos y no esta el Imperio como para que el emperador ande perjudicado.

Y hete aquí que un buen día que el emperador decide que su cuerpo magullado podría resistir una batalla más, que las heridas acaban restañándose y éstas aunque podrían dejar cicatrices, curan; Y decidí cruzar mi Rubicón con un mensaje contestado, con un intercambio mayor de amenazas cariñosas se cerró el encuentro con la percepción creciente de que iba a salir bien aquello y el día y hora convenida llegaron. Y la percepción se confirmó; Y cómo!!!

Adrianus y Venus (llamémosla así por ahora) se encontraron y se reconocieron sin ninguna dificultad. No entraré en detalles pero si contaré que sin ningún género de dudas pase uno de los días más memorables de mi vida.

Escuché y fui escuchado en una cascada sin fin de ideas, expresiones y comentarios interrumpiéndonos continuamente. Tuve sexo, ya lo creo, sexo como casi ya no recordaba; sexo sano, limpio, sutil, algo más salvaje que salió de forma casi espontánea y que sacó lo mejor de mi virilidad sin aparente esfuerzo; me recreé la vista en el cuerpo de una Mujer dormida entre las sábanas, me miré en sus ojos y ella se miró en los míos. Y más.

Ese día Venus consiguió que el mundo de Adrianus se parara. Adrianus ofreció lo que buenamente pudo e intentó que Venus tuviera si cabe una mínima recompensa. Recibí ternura, cariño, comprensión, pasión y risas muchas risas. Venus consiguió que Adrianus se rompiera, que desvelara sus secretos, que le contara cosas no sabidas en la certeza de que quedan a buen recaudo. Y Venus también descubrió la parte indefensa y vacilante del emperador. Pero tuvo la decencia y la dignidad de no hacer sangre de un hombre desarmado y finalmente concluida la batalla pudo regresar a Palacio con apenas algunos rasguños tras una batalla que sin duda ganó Venus pero que le hizo creer a Adrianus que fueron tablas. Pero el mundo giraba exclusivamente alrededor de esa habitación de hotel.

Poesía aparte, el otro día pasé un día maravilloso; mi Venus me dio lo que quiso y para mi fue mucho y yo lo tomé, desde luego mucho más de lo que yo le pude dar y merece; y yo le ofrecí mi compañía (y bueno unos euritos también claro que uno es generoso en lo que puede) Me resulta difícil contarlo, y se me quedan sensaciones por narrar porque uno es limitado en palabras, pero esa mujer especial me hizo sentir el ser más especial del universo, que yo era el único, y desde luego también aseguro que ella era la única; y se lo agradezco de corazón más allá de lo que sería capaz de expresar.

Sin embargo, si quiero que quede claro una cosa. Aunque las señales de peligro se encendieron en un momento determinado, se apagaron, y hoy no tengo sensación de riesgo y si un infinito contento, paz e ilusión porque pueda y me deje compartir algunos ratos más con ella y pueda o podamos disfrutar de nuestra mutua compañía y si se tercia, de algo más.

Ayer, por medio de los cielos de España en un turbulento (en sentido literal) vuelo, pensaba y escribía cosillas en la moleskine. He encontrado una escort excepcional, una MUJER con mayúsculas por la que siento respeto, afecto, consideración y cariño y que espero que acceda a verme de nuevo y que seguiré por aquí y postearé alguna mamarrachada, pero de momento poco más. Sólo me apetece una cosa.

Por último contar la despedida de Venus, que fue un achuchón en un recodo de una estación un par de besos en la mejilla al entrar hacia el tren y una media vuelta rápida para que no se notaran los ojos vidriosos del sentimiento agridulce de placer de haberla podido conocer y la pena de su partida. Después en el coche todo fue música, sol y un corazón rebosante de vitalidad.


Saludos.

Me alegro de leer esto, Adrianus. Yo ya no me atrevo a escribir cosas así porque luego llegan los incrédulos, los envidiosos, los reprimidos, los cabrones, los listiillos, los enterados y todo el parque foroxlógico de esta santa casa y te dicen que te estás engañando, que todo eso no es verdad. Consejo amistoso: ni se te ocurtra decir el nombre de tu Venus. Y que sigáis disfrutando.

Capi