Iniciado por summum
Llámese proceso, camino, rumbo, singladura, objetivo. Lo cierto es que nuestra vida fluye hacia un destino, conocido o no, que más da, y que el deseo puede que cambie en cada recodo.
Hablo por un caso que sí creo conocer y es el mío. Infancia sin recuerdos, juventud corta, algún amorío tonto, luego dos años en lo peor de este mundo, un nuevo amor, este con poco o nada de tontería, enterrado en un desierto, vuelta a la normalidad, boda y contrato, intento de huída: enamoramiento de veras, locura transitoria y desamor, vuelta al redil, bigamia, bigamia reversa, vuelta al redil. Hasta entonces, consumo tranquilo de sexo profesional. Progresiva intensificación. Hasta aquí lo habitual. Pero no me conformo.
El camino prosigue. El sexo, incluso variando sujetos, incluso profesional, aún bien hecho, amenaza con aburrirme, por cuanto no suple lo que realmente ansío tener. Pruebo todo lo nuevo que me apetece menos lo que por cobarde no oso, aunque dudo seriamente si dejar de ser cobarde. Se multiplican los encuentros, las preparaciones, intentando superar en cada ocasión la anterior
Búsqueda de experiencias, de fiestas, de juegos, orgías, glamour enmascarado. El morbo se evaporaba tan pronto como reconocía, tras cada ocasión, la sombra del aburrimiento, con los ojos fijos en un techo, a través de las espirales del humo.
No lamenté nunca pagar... lo olvidaba ....Era, simplemente, un momento en sí mismo, tedioso en sus consecuencias, con poquísimas excepciones, que las hubo. Pero continúo intentando comprar parcelas de felicidad en módulos mínimos de 60 minutos.
Hasta que unos ojos de gata se cruzan en el camino de una cita casi a ciegas. Y primero pienso que he encontrado la compañía perfecta para incorporar nuevos juegos, nuevas variantes que, quizás, me concedan una tregua.
Al poco, al nada, descubro que no es eso. Que me da más de lo que nunca pensé me darían. Que quiero darle todo, incluso tanto desperdiciado hasta llegar a ella.
Es la historia de tantos, con distintos matices... con ojos de gata.
Oliba (ave nocturna, una de tantas)