Richard, a eso se le llama encanto, el problema, como lo describes, es que hay que procurar no estar encantado, vamos, más al loro, como dicen los castizos.
Barcel, el problema es que el "objeto", en este caso, tiene vida propia, un poco más compleja que las canicas, en algunos casos, que no todos. A mi me gustan los "guas", sobre todo depiladitos.