Me he animado a contar una experiencia, hace mucho tiempo que no cuento ninguna.
Sucedió con una persona con la que tengo mucha confianza y ya hemos tenido varias citas.
Quedamos para ir a un motel, un sitio muy agradable, tranquilo y discreto. La habitación con hilo musical, las luces perfectas para el encuentro, la cama comodisima....
Subimos a la habitación y entre charla, risas y miraditas decidimos llenar la bañera para compartir juntos un momento de relax.
Llenamos las copas de cava que él habia traido ( todo un detalle por su parte), mmm estaba riquisimo.
Entramos en la bañera con agua calentita y espuma ( cada uno en un extremo rozando nuestras piernas), hablamos, bebemos champagne, nos reimos mucho...
en el baño hace mucho calor ufff no sabia si era por el agua, el champagne o tenerle tan cerca de mi....
me aproximo a él y acaricio su piel mojada y suave que resbalaba con el jabon, nos besamos y acariciamos... uff como me gusta, besa tan bien...
Decidimos salir de la bañera y vamos a la cama. Nos ponemos de rodillas uno frente al otro y jugamos a besarnos, a ver quien de los dos conseguia antes besar los labios del otro, quien conseguia antes besar el cuello, acariciar su cuerpo...
Asi estuvimos un rato, jugando, acariciando, besandonos pasionalmente, excitados nos mirabamos a los ojos, no hacia falta decir nada mas.
comienzo a besar su cuello y voy bajando, noto su respiración más acelerada y eso me excita aun más, beso su pecho, su ombligo, sus piernas, y me aproximo a esa parte que tanto me gusta y la beso, la chupo y muerdo tiernamente....
asi un rato , mas caricias y más besos. cogemos un preservativo mmm de control de sabores!!! se lo pongo y deseo probarlo, estoy un rato saboreandolo y luego le beso pues él tambien tenia ganas de probar su sabor, entre risas y carcajadas me pongo sobre él y comenzamos. movimiento lentos e intensos, cambiamos y movimientos más fuertes... me encanta, disfruto mucho el momento y finalmente noto como finaliza en mi interior ( con el preservativo puesto por supuesto). sonreimos y nos tumbamos uno al lado del otro.
Luego decidimos entrar otra vez en la bañera y seguir con nuestras conversaciones.
Una persona maravillosa que me ha encantado conocer, maravillosa en la cama y maravillosa como persona, todo un caballero y muy detallista.