los relojes estaban en su hora, menos 5, menos 10 minutos y una incapacidad para sentarse en un mundo sin sillas, con un tenedor para una sopa.
Se enciende el fuego con una apertura de puerta, el dia se vuelve noche, y la niebla desencaja el brillo del sol, pero no de las miradas desconfiadas.
"Dime que quieres", me dijo........"bailar, luchar, hacerte reir y el amor hasta la extenuacion".....pense, sin contestar.
Mis ojos solo miraban su cuerpo, elevandose, elevandome a mi, me cojio de la cabeza, del pelo y me beso mientras desaparecia su mirada felina para volver con sus caderas enseñandome su cielo......o el mio, o el de ambos.
Y era verde, sin esperanzas, ni miedos, una unica vision de los prados abiertos como poros en el balanceo, en sus palabras , en sus gemidos, en sus manos calientes....desde muy arriba....
La niebla da paso a una marea baja, un mar de tranquilidad, un previo montaje solo para volver a la edad de la inocencia, para volver atras sin llegar a nacer de nuevo.....o cuando dos estan a punto de convertirse en uno.
Los relojes no se pararon, siguieron su curso aun y bebiendo de la fuente de la limonada casera, ella.....perdon, Ella me abrazo y me quiso agarrar y abrazar mas fuerte, el poder de derrumbar murallas, y no paredes, para notar un calor con fecha de caducidad.
Cafe, cigarrillos, banderas por izar, encuentros sin desesperar y con sexo en la ciudad de los gatos en el ojo del huracan.
El huracan de la puntualidad, de la llamada perdida, del globo escenico y alertado por la perfeccion de sus pechos, el saber de sus labios y la telenovela radiofonica de una supernova de champan.
Volver a bajar, la mirada a la distancia y el silencio se impone, miradas complices y un hasta luego......los relojes no se pararon pero siempre habra un mañana que recordar.