Lo que vi me gustó.
Reconocí el lugar.
Allí, justo allí era donde empezaba todo.
Esas rocas, ese mar...
Cogidos de la mano, desnudos, recorrieron toda la orilla.
Había mas gente, pero eran invisibles, nadie se fijaba en ellos.
Llegados al final de la playa, escalaron entre las rocas llegando a un pequeño entrante.
Allí, con el polvo amarillo que se desprendía de la pared,
Con un Poco de agua de mar,
Mezclado formó una pasta, arcillosa, amarillenta, que fue cubriendo sus cuerpos poco a poco.
El roce, las caricias, fueron el detonante de lo que sucedió minutos después.
Dos cuerpos extasiados, alegres y felices, ilusionados, deshicieron el camino hecho.
Su traje de barro, amarillo, seco, testigo silencioso de sus actos, llamaba la atención de los que antes ni siquiera los miraron.
Un baño de mar borro el rastro.
Un baño de mar hizo que se reencontraran.
Un baño de mar.