Bueno, uno más, éste más centrado en nuesto tema. Espero que os guste.
VOY A LLEGAR TARDE
Voy a llegar tarde. Qué asco de autobús. Seis y veinte, no llego. Bueno, si acelera... Y ahora el semáforo, maldita sea. Y mira que iba con tiempo. A menos cuarto he llamado. “Hola, ¿hablo con O…?”. “No, soy T…, pero dime cariño”. “Me han hablado de O… y quisiera conocerla”. “Pues vente para acá cielo, ¿a las seis y media?”. “Sí, sí, a y media, de sobra”. Y mira… si llego es por los pelos. Y el de la moto que se cruza. Pero quítate, imbécil. Venga, me bajo en ésta y llego corriendo, a lo mejor hay suerte.
Sí, ahí está. En este edificio he estado ya, pero hace tiempo, y no fue nada bien. ¿tendré la suerte de espaldas?. Ascensor. ¡No! Éste no es, solo llega al tercero. Es el otro. Venga, sube, sube. Por fin, pasillo. La puerta. Y 32, bueno, es casi la hora. Timbre. Voces, espera. Inquietud como antaño. Si tardan me voy. No seas gallina.
“Hola, ¿eres el que ha llamado?”. “Sí, el mismo”. “Pasa cielo, ahora viene O… ¿O quieres conocer alguna otra chica?”. Así que hay más chicas. No lo sabía. Pero no, mantengo la palabra. “no, no, O.. está bien, vengo por ella”. “Un momentín, cariño, te la presento y tú decides, ¿vale?”. Vale, claro que vale. Llega O… pues claro que vale, sobre todo por debajo del cuello. ¿Qué volumen!. ¿Se caerán al desnudarse?. Es igual. Es simpática. Sonríe. Es atractiva. Insinuante. Poderosa. Pedazo de hembra.
“¿Qué tal?. ¿Sigues con O…?”. “Sí, claro”. “Muy bien, ¿me abonas?”. “Sí claro”. Abro la cartera, los billetes se resisten. Parece mentira, tanto tiempo y sigo igual. “Gracias, enseguida viene O…”.
Enseguida, será una eternidad, como siempre ¿Por qué siempre tardan tanto?. ¿Qué hacen?. Bueno, me iré quitando la ropa, y esperaré tumbado. Como tarde mucho me voy a enfriar. Venga, zapatos fuera. La camisa. “Holaaaa”. “Hola” Sorpresa, ha tardado poco.
Bonitos ojos. Mirada decidida. Palabras de cortesía, Protocolo. Y calor. Calor de cercanía. Manos que se adelantan, dedos que acarician. Furtivo beso. Promete. “¿Un masaje?”. “Sí, claro”.
Camilla, decúbito prono. Masajes, no caricias. Aceite. Calor. Relax, no excitación. No siento desnudez . Pero es agradable. Piernas, espalda, brazos, cuello.
Cambio de tercio. Caricias. Suavidad. La carne despierta. Manos en mis nalgas. Mas calor. Dedos que exploran. Me alzo. Dejo pasar. Más aceite. Más calor. Imposible ocultarlo. Me gusta. Su pecho en mi espalda. Mi mano en su pierna. Labios susurrantes. Cálido aliento. Más caricias. Allá donde muchos no osan. Más susurros “¿Vamos a la cama?”. “Claro”.
Vista al frente. Entera. Desnuda. Gloriosa. Pechos inefables. Indudables, Inmaculados. Sin prótesis. Sin ayudas. Magníficos. Ojos que ríen. Sonrisa que esplende. Un nuevo beso. Promesa cumplida. Respuesta. Lengua sedosa. Húmeda boca. Cálidos labios.
Manos que exploran. Cuerpos que tiemblan. No te abarco. Me superan tus planetas. Te beso, Te lamo. Te absorbo, Te muerdo.
Correspondes. Me recorres. Me abarcas. Me aprietas. Suspiro. Estoy entre ellos. Y entro en tu boca. Jadeos. Gemidos. Te miro a los ojos. Me miras burlona. Traviesa. Caprichosa. Cariñosa. Desafiante. Anhelante. Tu lengua me puede. Insaciable. Flexible. Mágica. Te atraigo a mi boca. Te estrecho. Quiero firme… y suena el móvil.
“Perdona”. Aterrado. Indignado. Miro la pantalla. Sonrío. “Estoy ocupado. Luego te llamo”. Sonrío de nuevo. Me entiende, seguro. Vuelvo a tu lado. “¿Por donde ibamos?”. Te extiendo. Te entiendo. Te recorro. Te empapo. Te abro. Limpieza absoluta. Aroma exquisito. Te lamo. Separo los pétalos. Tiembla la lengua. Tiembla tu cuerpo. No paro. Se unen los dedos. Es todo humedad. De atrás adelante. De arriba abajo. Todo suavidad. Todo dulzura. Todo rubor. Todo deleite.
Te enfrento mi ser. Lo atrapas. Nos besamos los inversos. Nos agitamos. Más. Y más. Las bocas chorrean. Los vientres se empapan. Más suspiros. Más jadeos. Más gemidos.
Vuelvo a tus ojos. Vuelvo a tu boca. Y me desafías. “Me toca a mí”. Me tiendes inerme. Te subes. Cabalgas. Me absorbes. Te mueves. Me muevo. Agarro tus pechos. Aprietas tus paredes. Trato de moverme. Me aferro a tus nalgas. Te muerdo. Te sigues moviendo.
Botas. Rebotas. Giras. Oscilas. Te cansas
Mi mano en tu nuca. Mi boca en tu boca. Te atraigo. Te sigo. Te vences. Se cambian las tornas. Ahora eres mía. Me miras. Te miro. Y echamos chispas. Y te aplasto. Y te embisto. Y penetro. Y penetro. Y me integro contigo. Nos movemos. Nos agitamos. Nos estremecemos. Grito. Me desplomo. Me vacío. Me derrumbo. Me fundo. Me hundo.
Calma compartida. Vuelve la charla. Sonrisa en silencio. Besos furtivos. No soy tu cliente. El dinero no importa. Ya somos amigos. Ya somos amantes. Estamos perdidos.
Reloj implacable. Volveré a verte. “Aquí te espero”. “No dudes lo mínimo”.
La hora se cumple. Regresaré pronto. “Siempre te espero”. Adiós, ángel mío. Adiós fantasía. Soñaré contigo.