En mi antiguo trabajo me quedaba a comer, cerraba la verja y bajaba los estores así podía comer delante del ordenar mientras veía alguna pagina web.
Sonó un mensaje en mi movil , era un viejo amigo que conocí por mensajes de movil hacia 5 años. Con el que tenia una relación de amor-odio y 100% de complicidad entre sabanas.
Llevamos una relación de tonteo por medio de mensajitos y nos poníamos los dientes largos contándonos alguna aventura, el extra matrimonial y yo de pequeños jugueteos con mi parejas y alguien mas.
1º mensaje: “que haces?”
Mi contestación: estoy en mi trabajo comiendo. Como estas?
2º mensaje: “bien, estoy en la puerta”
La emoción de un año sin verlo me llevo a abrir la puerta y dejarle pasar.
Los recuerdos, todo cerrado, la tensión de que venga mi pareja o jefe, los mensajes de días atrás y el, que produce en mi mil sensaciones. Estaba paralizada esperando el siguiente movimiento
-necesito un regalo y me gustaría que me lo envolvieras.
En el mostrador me pongo a envolver el regalo con todo detalle, con su cinta roja y el pedazo de lazo pomposo que esta haciendo…se pone detrás de mi muy pagado a mi cuerpo y me dice.
-No me has contado los detalles de esa última experiencia tuya.
Intento simplificar la experiencia y acortarla al máximo para intentar acabar el dichoso lazo (que me delata que me esta poniendo mas que nerviosa), mientras me hace un masaje en la espalda.
-Bueno me voy, ya te escribo un mail y comemos juntos un día de estos.
CABRON!