Iniciado por
Hermes @ Jueves Nov 01, 2007 1:23 pm
El valor del tiempo.
Imagínate que existe un banco que cada mañana abona en tu cuenta corriente la cantidad de 86.400 €. Ese extraño banco, al mismo tiempo, no mantiene tu saldo de un día para otro, sino que cada noche borra de tu cuenta la cantidad que no hayas sacado. ¿Que harías?... Es de suponer que tratar de gastar el máximo posible, ¿no?
Pues bien, cada uno de nosotros tenemos ese banco: su nombre es tiempo. Cada mañana, el "banco" abona en tu cuenta personal 86.400 segundos, y cada noche, ese mismo "banco", los borra de tu cuenta y da como perdida cualquier cantidad de ese saldo que no hayas invertido en algo provechoso.
Ese "banco" no arrastra saldos de un día para otro, ni permite traspasos a otras personas. Cada día te abre una nueva cuenta, pero cada noche elimina los restos de la jornada. Si no usas tu saldo durante el día, tú eres el que pierdes, pues no puedes dar marcha atrás.
Por tanto mi consejo es que inviertas tus "fondos" de tal manera que consigas en cada instante lo mejor en salud, felicidad y éxito. El reloj sigue su marcha, así que sácale el máximo partido al día. Ten siempre en cuenta que:
-Para entender el valor de un año, pregúntale a un estudiante que no haya pasado sus exámenes finales.
-Para entender el valor de un mes, pregúntale a una madre que haya tenido un hijo prematuro.
-Para entender el valor de una semana, pregúntale al editor de una revista semanal.
-Para entender el valor de una hora, pregúntale a los enamorados que están esperando el momento del encuentro.
-Para entender el valor de un minuto, pregúntale a una persona que haya perdido el tren, el autobús o el avión.
-Para entender el valor de un segundo, pregúntale a cualquiera que haya sobrevivido a un accidente.
-Para entender el valor de una milésima de segundo, pregúntale a alguien que haya ganado una medalla de plata en las Olimpíadas.
Reflexión: atesora cada momento que vivas, pero no olvides que ese tesoro tendrá mucho más valor si lo compartes con otr@s... y sobre todo, recuerda que el tiempo no espera por nadie.