Iniciado por
Gerundio
Cuqui, un saludo.
En realidad Osito, Cipotón y yo “mesmo” no es que tengamos infinidad de teléfonos, es que somos los máximos accionistas de Telefónica y, por tanto, de su filial de móviles.
No te creas ni una palabra de lo que te cuentan, pues actuamos de otra forma: entramos en la central de móviles y en función del tipo de actividad que solicitamos a la señorita actuamos:
a) Sado, necrofilia, tortura y demás lindezas: escogemos al azar cualquier número de teléfono asignado a algún Arzobispado y llamamos haciéndonos pasar por el de turno. Es muy divertido cuando damos el nombre de Rouco. Lo curioso es que ellas entienden perfectamente este vicio. Es que van de negro y ya sabes que lo gótico mola.
b) Tríos, cuartetos y quintetos. Siempre, siempre, siempre usamos el número asignado a la Fundación del Liceo. Osito se hizo pasar una vez por la Caballé, pero no coló, y eso que tienen similar envergadura. Envergadura, porque de verga dura le gana Osito.
c) Relación cálida, tierna, tipo novia. Siempre al azar, con toques de azahar, es decir, cualquier número de teléfono asignado a una floristería.
Y así andamos. Nuestro acontecer diario es penoso, pero nos vamos defendiendo. Con decirte que en mi caso me equivoqué, utilicé el móvil de Oscar Mayer y me echaron porque el salchichón no daba la talla, esta todo dicho.
Por cierto, yo también te veo más verde que un cebollino. Demasiado para andar por estos andurriales, lo que me lleva a pensar ………. ¡uyyy! He dicho pensar!! No, yo no pienso nada.