Dije que terminaría el domingo por la noche. No pude. Me secuestraron.
Pero, tranquilos, NO FEAR. Últimamente me veo sometida a una serie de secuestros express, uno ó dos a la semana. Duran varias horas, a veces 1 ó 2 días
. A pesar de que mis secuestradores parecen disfrutar mucho con mi compañía, llegado un momento, en vez de pedir rescate por mí, me ofrecen dinero con tal de que me vaya.
Quién entiende a los hombres????.........................
EXPERIENCIA, PARTE II
PLANTEAMIENTO:
Cuando recibí su primer Mp hace ya unas semanas, no pude reprimir una coqueta (y eso q estaba sola) sonrisita de satisfacción y un pequeño escalofrío: Lo estaba esperando.
Y lo esperaba, no porque él tuviera que escribirme, para nada, sino por el simple motivo de que deseaba que lo hiciera; desde que entré en este foro me había llamado la atención. Me parecía un hombre inteligente e interesante, leía siempre sus posts aunque el hilo no me interesara. Me interesaba él.
Nos cruzamos, como suele ser habitual, varios Mps. Me llamó por teléfono; hablamos mucho rato, de mil cosas, con la confianza que se tienen dos personas después del tiempo, sin ni siquiera conocernos; me encantó su voz. Me dijo que en breve vendría por aquí, asuntos de trabajo, y que tenía muchas ganas de conocerme. Me hizo tanta ilusión...
Después de aquéllo la comunicación entre nosotros se cortó por dos semanas. No me escribía, lo veía conectado (poco, eso sí) y no me decía nada, no me volvió a llamar. Yo empezaba a desesperarme.
Pero la semana pasada reapareció. Me hizo saber que no me había olvidado
sino que se había "concentrado" con un proyecto muy difícil, de ahí su ausencia. Tal vez la semana próxima podríamos, ¡por fín!, conocernos.
Cual no sería mi sorpresa cuando me escribe así como el martes pasado y me dice que a lo mejor podía adelantar el viaje para la misma semana. Me puse nerviosa. Necesito prepararme mentalmente para una cita, dos días pueden no ser suficientes puesto que mis encuentros suelen ser largos, de varias horas. Significa que voy a pasar bastante tiempo (parte de él en total intimidad) con un hombre q no conozco y eso me excita, pero también me inquieta.
Después están las cábalas que una se hace: ¿Me gustará, le gustaré?... Si me horroriza, qué violento; ¿Se lo digo... me aguanto?. ¿Y si no le gusto yo? ¿Cómo salir airosa, con el ego intacto...?.
NUDO
Y llegó EL DÍA. Habíamos quedado en que me recogería a las 13h. Me llama por la mañana.
- Hola! Dónde estás??.
- En la ducha (Debió oir el ruido del agua al correr), empezando a arreglarme.
- A... Arreglarte?? Son las 11! (Visiblemente alarmado. Creo que pensó que yo necesitaba 2 horas para ponerme el disfraz de Loba-que-sale-de-caza-a-comerse-al-corderito). Estooooooo (Glupppssss), bueno no te arregles mucho, ehhh?? Tú natural, yo voy de sport.
- No te preocupes, necesito tiempo para mi pelo, darme mi cremita del cuerpo, quitar algún pelito despistado, repasar mis uñas, maquillarme... Pero, tranquilo, voy a ir con vaqueros, si no te importa.
- Noooooooooooooooo!!! (Aliviadísimo) Me encanta!.
Tardé esas restantes 2 horas en estar, según mis estándares, presentable. Me puse, como le había adelantado, unos tejanos de talle bajo, ajustados. Camisa negra, zapatos de tacón alto del mismo color, bolso de Vuitton (el detalle elegante
). Por dentro, medias negras con encaje y conjunto de lencería negro con bordados en rosa.
Llegó la hora. Soy muy puntual, así que llegué al lugar convenido un poco antes que él. Me recogería en su coche y nos iríamos primero a comer, charlar, mirarnos a los ojos y conocernos un poco.
Estaba muy nerviosa. Tanto, que veo que aparca delante de mí un coche como el que me dijo que tenía. En mi atropello, me abalanzo a la ventanilla del conductor, que llevaba abierta, y, cuando tenía mi nariz a 10 cms. del pobre desgraciado, me doy cuenta de que, desde dentro, me está mirando, petrificado, un venerable anciano. Lo que me faltaba, casi me muero. Intentando mantener la compostura, saqué la cabeza y medio cuerpo con toda naturalidad, y me disculpé. Creo que el caballero aún está dando gracias por no haber sido atracado esa mañana.
A los pocos minutos llegó él. Educadísimo, sale del coche a saludarme, y... Mmmm... ¡Qué ven mis ojos!... Más alto, mas guapo y más joven de lo que las fotos que me había mostrado sugerían.
Nos metimos en el coche rumbo al restaurante. Yo, aparentando tranquilidad pero mirándolo obsesivamente por el rabillo del ojo. Él... Me temo más de lo mismo
.
LLegamos al restaurante... Comimos en 45 minutos (A mí me sobraron 40).
Y........................
DESENLACE
Luego sigo, vale???. Mil gracias por aguantar el ladrillo, a los que lo hayáis hecho.