Deterioro económico
Los promotores prevén una caída de precio de los pisos sin precedentes
La crisis destruirá 600.000 empleos de construcción en dos años
LUIS DONCEL - Madrid - 28/03/2008
El miércoles fue el INE el que, con sus datos del desplome del 27% en la compraventa de pisos, dio la puntilla a los que seguían hablando de aterrizaje suave en vez de crisis inmobiliaria. Y ayer fueron los propios promotores los encargados de desmontar otro mito que circulaba alrededor del ladrillo: el precio de los pisos sí pueden bajar, y mucho.
Después de meses en los que se han hartado de repetir que los precios presentan resistencias a la baja -es decir, que la vivienda no puede perder valor-, reconocen lo que para muchos era ya una evidencia:
la caída es posible, y ya está ocurriendo. Asprima, la patronal de los promotores madrileños, asume que 2008 cerrará con un descenso del 8%, y que los años siguientes continuará la tendencia, con una caída del 4% en 2009, y del 2% en 2010.
Ni las estadísticas de la Sociedad de Tasación ni las del Ministerio de Vivienda, que abarcan hasta los años ochenta, tienen constancia de
un retroceso tan pronunciado. No hay datos que puedan comparar la situación actual con la de 1974 y 1975, años en los que España vivió otra crisis inmobiliaria importante.
Y aunque los empresarios le quitan hierro a la situación -"es complicada, pero no dramática"-, la cosa se pone más fea por momentos. Prueba de ello es que el estudio que presentaban ayer calculaba que este año se iniciarán unas 400.000 viviendas. Pero en el turno de preguntas, el presidente de Asprima, José Manuel Galindo, reconoció que la coyuntura había empeorado desde que se terminó el estudio, y que sería más realista rebajar la estimación a unas 300.000 construcciones en 2008.
Un dato para comprender por qué esta cifra supone una hecatombe para el sector: en España se iniciaron 760.000 viviendas en 2006. Es decir,
un desplome superior al 60% en tan sólo dos años.
Los promotores calculan que por cada piso que se deja de construir se destruyen dos empleos. Así, la crisis de un sector que ha contribuido a en los últimos años decisivamente al crecimiento económico supone, según el estudio de Asprima, que
unos 500.000 trabajadores se irán a la calle entre 2008 y 2009. Pero como las previsiones del documento ya han quedado obsoletas, los promotores inflan esta cifra hasta 600.000.
Es a este punto al que se aferran los empresarios para insistir en la necesidad de que las administraciones tomen medidas para impedir que el ladrillo arrastre al conjunto de la economía. Frente a los que critican que el Estado salga al rescate de un sector que se ha enriquecido como pocos en la última década, el presidente de Asprima tiene un discurso. "No pedimos medidas sectoriales, sino acciones beneficiosas para todos. Por ejemplo, los poderes públicos pueden facilitar la venta de nuestro stock, que ahora pueden rondar los 400.000 pisos, con medidas fiscales o financieras", aseguró Galindo. En su opinión, una vez que se deshagan de estos inmuebles, los empresarios podrán bajar los precios de los pisos que vendan a continuación, pero no los de las casas que ahora no encuentran comprador.
No explicó quiénes serán las personas dispuestas a adquirir una vivienda sabiendo que los precios futuros van a bajar significativamente.
Además del mensaje de los promotores, dos noticias más inciden en la evidencia de que el ladrillo vive sus días más tristes. El Euríbor, el tipo de referencia para la mayoría de las hipotecas, continúa creciendo y ayer cerró en el 4,731%, rozando el máximo de este año.
Y un informe avisa de que casi 700 franquicias inmobiliarias cerraron en 2008 por la crisis. Entre los más afectados, cadenas tan conocidas como Tecnocasa, Don Piso y Expofinques.