Pisos a precio de coste
Pequeños y medianos promotores hacen rebajas de hasta el 40% para poder invertir de nuevo
MARTA ALBIÑANA - Barcelona - 15/02/2008
Los precios de la vivienda tocaron techo; el bolsillo del ciudadano no daba más de sí; las ventas se estancaron; la burbuja inmobiliaria explotó y se acabó la fiesta del ladrillo; los inversores huyeron en estampida hacia otros mercados; las entidades financieras empezaron a cerrar el grifo; en Estados Unidos estalló la crisis de las hipotecas de alto riesgo y alguna promotora nacional se declaró en quiebra.
Con este oscuro telón de fondo, el pasado mes de octubre pequeños y medianos empresarios crearon la Asociación Corporativa de Empresarios Inmobiliarios (ACDEI), una entidad sin ánimo de lucro que cuenta con un amplio servicio de asesoría profesional, con el fin de combatir la desaceleración de las ventas y reactivar el sector. En su nacimiento, la entidad contaba con una veintena de asociados que hoy ya son más de 30. Su director general, Valentí Oliveras, calcula que, con las cifras que maneja, a finales de año los socios podrían superar el medio millar.
Sacrificar parte de los beneficios
¿Cuál ha sido la fórmula del éxito de esta asociación? Oliveras lo tiene muy claro. Tradicionalmente, para que la rueda del negocio funcione, los promotores deben colocar sus paquetes de viviendas para acabar las obras ya empezadas, seguir comprando solares y edificando para mantener el negocio y el patrimonio, pues con las ventas congeladas continúan pagando intereses con el riesgo constante de que el banco ejecutara la hipoteca. Pero ¿cuál es la solución cuando la maquinaria se detiene? Sacrificar parte de los beneficios previstos en un primer momento al rebajar el precio de los pisos alrededor del 40%. Es decir, vendiéndolos a precio de coste para que los ciudadanos los pudieran comprar y para que los empresarios no vieran sus viviendas sacadas a subasta.
"Al principio, los promotores se asustaron y la solución de vender a precio de coste les pareció una barbaridad", explica Oliveras, quien ha dedicado prácticamente toda su carrera al sector inmobiliario como asesor financiero y como promotor. Pero sus asociados, esparcidos por todo el territorio catalán, asumieron el consejo y han visto cómo aquellas promociones que no lograban colocar ahora se venden sin problemas. Incluso se encuentran con colas y listas de espera.
Precios asequibles, al fin
De este modo, ya hay promociones en Terrassa, Sabadell, Girona, Blanes, Lleida, Manresa y Mataró donde el precio de los pisos nuevos ha bajado de 270.000 euros hasta 162.000. Con esta medida de urgencia, los promotores no sólo devuelven al mercado inmobiliario una sensación de normalidad y confianza, sino que ponen a disposición del ciudadano viviendas a precios asumibles incluso para mileuristas.
Una vez el mercado ha expulsado a los especuladores -que, según Oliveras, hicieron sobrevalorar el valor de los pisos en Barcelona en un 40%; en un 30% en Tarragona y Girona, y en un 25% en Lleida-, los inversores, con este abaratamiento de los precios, podrán volver a inyectar capital en el sector. "Los especuladores han emborrachado al sector y, además, se han ido sin aportarle ningún valor añadido. Sólo consiguieron encarecer el producto antes de acabar la obra", asegura Oliveras.
Cinco pisos en un año
Rosa María y Julio, propietarios de la promotora Adarga y Carey, solían bajar el precio de sus pisos en enero, un mes difícil, en un 7%, el equivalente al IVA. Pero el año pasado ni con esas. De las 17 viviendas que tenían, tan sólo vendieron cinco. Y empezaron a alarmarse. Hace unas semanas descubrieron la existencia de la asociación que dirige Oliveras y acudieron a ella en busca de asesoría y de ayuda.
De momento, ya han bajado hasta el 18% el precio de los pisos de sus promociones en Artés (Bages), Sant Andreu de la Barca (Baix Llobregat) y en el barrio barcelonés de Trinitat Vella para los particulares. Para los inversores, la pareja, que lleva en el sector inmobiliario desde 2001, está dispuesta a rebajar el coste hasta el 25%. Y la asociación ya está encontrándolos. "Hay que afrontar la realidad, pues no hay señales de que la crisis se solucione a corto plazo", aseguran estos promotores, quienes consideran excesiva una rebaja del 40% si consiguen colocar sus nuevos desarrollos con los descuentos que ya han aplicado.