Se me ocurren tres situaciones típicas del cliente perfecto:
1-"Sumacero, vamos al Hard Rock Café ¿te vienes?"
2-"Sí, no llores, y espera que se calme el ambiente. Por cierto, estaba durmiendo cuando me has llamado".
3-"¿Hijo, has visto la Carán d'Ache con la que firmé los divorcios?...¡Hijooo, no cuelgues!"
Tres cliente perfectos, aunque dentro una vida no tan perfecta, claro está.
Deberíamos sustituir el tradicional " hijo de puta". Por " hijo de político". Lo primero , no es un insulto, por ser las susodichas muy dignas de respeto, ya que se ganan la vida trabajando. Lo segundo si es un insulto por lo chorizos que son.
En honor a quienes aman las bellas rúbricas. Todo llega tarde o temprano.jajajajja