En el famoso burdel June Bride Soapland los hombres pagan hasta 92.000 yenes (615 Euros) para que las chicas, vestidas de novia (previamente seleccionadas a dedo) los bañen (entre otras cosas).
Cada vez que una de estas “novias” acompaña a un cliente desde la entrada principal hasta una habitación más íntima, la marcha nupcial de Wagner suena en los altavoces.