Relato mi experiencia;
fue a finales de agosto pasado, la casa está pegada al antiguo trastevere justo antes de llegar a las escaleras del Palau de congresos, tal y como tú dices,vino ella a buscarme, es tal y como describes, vive en una casa particular con su gato, lo que mas me gustó es su simpatia estuvo un rato comido hablando antes de pasar a la acción por supuesto sin contar tiempo (ese detalle me gana) lo que al pasar a la acción no fue nada del otro mundo, no estuvo mal, pero tampoco es nada del otro mundo, me gusta su naturalidad pues es como si hubieras ligado con una chica en una discoteca o en la playa y eso está bien 👍 lo que se hicieron en falta besos para que todo pareciera real, no se movía en exceso en la cama pero tampoco evita el contacto, el momento freak fue cuando ella se puso la gorra de "arare" que tiene en el salón y se puso a cabalgar, fue muy divertido. Siempre digo de repetir pero nunca me animo, quizá porque no fue tan gratificante como para volver inmediatamente y lo he pospuesta, puede que en breve vuelva a hacer una visita, es recomendable la verdad 👍 la pondría en la guia de viaje del buen libertino por tarragona capital, en aunque tampoco le pondría la estrella Michelin