Tema: La Diosa de Tarraco

Ahora disponible en Tarragona. En la intimidad me considero una mujer liberal y viciosilla, sin tabúes.
Cuando: 02/2016 - Ciudad: Tarragona - en Apartamento de la escort
Valoracion experiencia -->9.5
FX rank -->9.5
Duración del encuentro: 60 minutos
Precio: 100 euros
¿Pecho?: Natural
¿Fumadora?: No lo sé
¿Besa?: Besa con lengua
¿Griego?: No lo sé
Valoración Estética: 9
Valoración del Servicio: 10
Empezaba muy mal el año. Por alguna razón*Papa Noel no había acertado a encontrar mi chimenea y los Reyes Magos solo les quedaba carbón cuando finalmente llegaron a mi casa. Tenía que deshacer este maleficio antes de que me gafara todo el año, así que acaparé mis pertrechos de combate y salté a mi cuadriga para dirigirme a galope tendido hacia la capital de la provincia imperio; Tarraco.
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Las calzadas romanas han mejorado mucho en el último milenio, y llegué sin dificultad pudiendo atar si mayor problema mi cuadriga el lado de la explanada adyacente a la fábrica de Tabacus, uno de los pocos sitios donde se puede dejar pastando los caballos*cómodamente*cuando visito la capital.
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Llego a la morada de la Diosa, situada en un lugar discreto y de fácil acceso, se ve que es un edificio nuevo con todas las comodidades del siglo XXI. Cristina me recibe iluminación tenue, música sensual, temperatura ideal para despojarse de mi atuendo de legionario... y antes de presentar mis respetos, me abraza y me come a besos. Sin tiempo de poder admirar su atuendo con el que me agasaja, el deseo me lleva a despojarla de él para poder contemplar su voluptuosa figura dotada con los mejores atributos que un legionario puede desear.*
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Ya entrados en materia, nos dirigimos hacia sus termas para poder quitarme le polvo del camino, y como no poder recorrer su embriagador cuerpo con la ayuda de geles aromáticos y caliente agua sanadora. Cristina empieza a agradecerme si visita con un*espléndido*Frances, técnica que aprendió en una de sus numerosa estancias en la Galia, acompañando a nuestras valerosa legiones que allí apaciguaban a innumerables hordas de bárbaros. Antes de quedarme bizco, pasa a realizar una portentosa cubana a la cual de alguna manera logro resistirme sin explotar de*alegría. No puedo, ante tanta generosidad por su parte, mas que devolverle el favor con unos de mis solos estilo Paco de Lucía, el cual Cristina aprecia mi dedicación en tan trabajados acordes.
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Ahora, ya con los motores bien engrasados, nos dirigimos a sus aposentos privados. Allí, puedo recorrer su cautivadora figura con la calma y consagración que se merecen sus carnosos labios,*voluptuous*pechos y delicioso tesoro. Después de tanta relajación, ahora toma ella la iniciativa, y la dulce gatita empieza a convertirse en una leona; tiene hambre... quiere devorarme, no se si mi gladio podrá aguantar los embates de semejante hembra. Se tira encima mío y empieza a*cabalgarme sin compasión, a galope tendido. Aún no se como, consigo zafarme antes de ser demasiado tarde. Pero ella quiere más, así que me agarra con un clásico misionero, para que de todo lo que tengo dentro. Esta vez ya no hay escapatoria, así que no aguanto mas y exploto extasiado al final del segundo acto. (Como se entere en Centurión que sólo he aguantado 2 asaltos, seguro que me destina de castigo a la Germania...)
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Ahora ya, mas calmados,*recuperándonos*de tanto*ajetreo, vuelve a parecer la dulce gatita. Me ofrece un refrigerio de aguamiel y conversamos alegremente sobre las últimas noticias y cotilleos llegados de Roma. *Sin haber mirado en ningún momento el horologium (reloj), nos despedimos cariñosamente y yo con mis pertrechos me dirijo a la explanada de Tabacus a embridar mis caballos. Finalmente, antes de la puesta de sol, alcanzo el campamento de mi centuria sin accidentar mi cuadriga,*pero mas que nada por que los caballos ya sabían el camino de vuelta... pues yo yo solo podía pensar en mi Diosa Tarraconense: Cristina.
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