FECHA DE LA EXPERIENCIA: Julio 2008
NOMBRE DE LA ESCORT: Si ella no lo dice en el anuncio, tampoco lo diré yo.
NOMBRE DE LA AGENCIA: INDEPENDIENTE
WEB: http://www.loquo.com/ps/anuncios-erotic ... l/10341334
DIRECCION: Plaça Espanya
TELEFONO. ver web
TARIFAS. 1hora, 120 euros. Tiene otras tarifas por menos tiempo, a las que no les presté mucha atención (por media hora no salgo de casa).
DETALLES DE LA AGENCIA/PISO/CLUB: piso grande, reformado, en finca algo antigua. Limpio y ordenado, con aire acondicionado en la habitación donde se desarrolla el encuentro. El único “pero” que le encuentro es que la alfombrilla antideslizante que hay en la bañera, para evitar resbalones y caídas tontas, es algo vetusta, pide a gritos un cambio. Hay portero en la finca.
DETALLE DE LA ESCORT: es una atractiva chica venezolana, de entre 25 y 30 años, mide más o menos 1’65 de altura, de cara, para mi gusto, es más atractiva que guapa, con rasgos bonitos, ojos negros, rubia (no natural), piel muy blanquita, pechos grandes, naturales y un poquito caídos, aunque no están del todo mal, el culete algo plano, pero bonito y suave. De carácter, simpática y cariñosa. Muy amable.
VALORACION DE LA ESCORT:
Tras la obligada ducha para estar en perfecto estado de revista, pasamos a la cama y empezamos con besos a discreción, caricias y lametones. Besa bien, sin problemas ni complejos. Antes de que empezaran los fuegos artificiales, me invitó a enjuagarme la boca con colutorio, cosa que hice, si bien ya venía bien enjuagado de casa (Cuando voy a tener un encuentro con una zagala siempre me enjuago la boca con colutorio antes de salir de casa, pero si ella me “invita” a hacerlo de nuevo, lo hago sin rechistar, ya que ella estará más cómoda y predispuesta a hacer según qué cosas). Le advierto de entrada que se lo tome con calma, que en un lapso de tiempo de una hora, sólo me corro una vez. Buen francés natural hasta el final, que, aunque no haya sido de los mejores que me han hecho, ha estado muy bien, combinándolo con una cubana y con más besos y lametones.
Después del frenchy, de escupir mi descarga y de charlar un ratito en la cama, tumbados y muy juntos, y dado que ya no me quedaba más munición y faltaba más o menos 15 minutos para la hora, me ofrece un masaje en la camilla que también tiene en la habitación. Acepto. Cubre la camilla con un papel que también utilizan otras masajistas (verbi gratia, Ari), un buen detalle, sin duda, muy higiénico. El masaje es aceptable, con aceite, con algún buen detalle técnico. Otra ducha, me visto, me despido y “pa casa”, contento y relajado.
Una buena relación calidad-precio. Para que vean, señores, que en el loquo no sólo hay fraudes y tomaduras de pelo.