FECHA DE LA EXPERIENCIA: 8-6-2008
NOMBRE DE LA ESCORT: Daria
NOMBRE DE LA AGENCIA/PISO/CLUB: Felina
WEB: https://www.felinabcn.com/ No hay fotos de ella, aún, aparece en el apartado Domingos como Perla Negra pero me confirmó que está en Felina en el horario de noche.
DIRECCIÓN: en la web
TELÉFONO DE CONTACTO: en la web
TARIFAS APLICADAS: 130/h
DETALLES DE LA AGENCIA/PISO/CLUB: Instalaciones correctas
DETALLES DE LA ESCORT: Guapa, simpática muy simpática, dos enormes razones naturales, cuerpo generoso.
VALORACI0N DE LA ESCORT : de 1 a 10 => 9
Lo prometido es deuda (Jefe Osito, no era para enredar, solo fue un impulso del momento, nuevas disculpas, con mucho cariño
).
Llamé antes para saber las chicas que estarían, sabía que algunas de Perla Negra aprovechan el domingo para ir, tenía en mente una tal Claudia, pero me dijeron que no estaba, aunque habían chicas nuevas y no me arrepentiría. Al llegar me recibió la encargada de los domingos, atenta pero prefiero la simpatía de la del resto de días. Me instala en una habitación nueva para mí y se presentan 4 chicas, todas ellas preciosas, a cual escoger, la primera una chica mulata me hace tilín pero la veo muy alta, le digo a la encargada que quiero una chica que bese de verdad, me dice que Daria es espectacular, estoy un poco reticente ya que tuve una mala experiencia con otra chica rusa anteriormente, pero al final me decido por ella por que es guapísima, con una sonrisa de oreja a oreja, muy simpática, un cuerpo que con solo verlo hace florecer los más ardientes deseos, generosa en formas, unos pechos naturales que invitan a morir de asfixia. ¿Quieres tomar algo? Como no, el whisky con naranja marca de la casa (Made in Sofía). Unas primeras palabras, me doy cuenta que voy a pasar un rato divertido y caliente. Empieza a acercarse a mí lentamente, entre su cuerpo y el mío empiezan a saltar chispas, me roza con sus pechos, mis labios se acercan a los suyos, empiezo a besarla suavemente, ella me corresponde, me sonríe, las caricias empiezan a desnudar nuestros cuerpos, sus gestos denotan un punto de timidez que va desapareciendo a medida que la temperatura sube. Me invita a ducharnos juntos, bufff, esto promete. Agua tibia se desliza por su cuerpo y el mío, nos enjabonamos mutuamente, el roce, las caricias, los besos, nos masturbamos, el agua se transforma en vapor solo con tocar nuestros cuerpos. “Vamos a la cama” me dice con una sonrisa. Nos secamos poco, con la piel húmeda nos tumbamos, los besos se intensifican, besos apasionados, el deseo fluye en el ambiente. Sus besos descienden lentamente, mi cuello, mis pechos, mi torso, mi osito, noto sus labios calientes, su lengua, su boca, sus grandes pechos acarician mi piel hasta quedar en los flancos de mi osito, un masaje con ellos espectacular. Acaricio su cueva, húmeda, caliente, su clítoris denota la excitación del momento. Al intensidad del momento se eleva, nuestros cuerpos vibran. Me pregunta si quiero ponerme el preservativo, le digo que no, que se ponga encima, ¿un 69? Claro, empezamos con suavidad, yo sigo el ritmo que ella me marca hasta que los movimientos y jadeos se convierten en un vaivén de lujuria descontrolada. Se levanta y me dice sigue ella, vuelve a la posición anterior y continua saboreando el manjar que le ofrece mi osito, para que no pierda la concentración yo insisto, los jadeos entrecortados salen de su boca. Cambiamos de posición, ella se tumba y yo de rodillas le ofrezco el osito, se la traga todo, que delicia, sus piernas abiertas me ofrecen unos labios difíciles de rechazar, nos entablamos en un mutuo derroche de satisfacción. Ahora me toca a mi debajo, me ofrece sus pechos deliciosos mientras su cueva acaricia el osito, me ahogo de placer, los jugos derramados incitan a refugiarse en la cueva. Veo en su rostro una mezcla de placer, lujuria, deseo, me mira y al ver que sonrío, nos enzarzamos en unas risas con besos acompasados, el sudor hace que mis manos se deslicen en su piel, estamos empapados. Me coloca el preservativo con mucho cariño, lo lubrica con un francés vigoroso, seguidamente se instala encima, nuevamente saboreo sus pechos, se mueve lentamente, acompasadamente, mucho calor, mucho sudor. El oso empieza a dar indicios de querer rugir, con lo cual le invito a cambiar de postura, un misionero relaja al oso, ella deja que su cuerpo disfrute del momento, su rostro y miradas lo reflejan. Yo estoy disfrutando de una mujer muy sexual, caliente donde las haya, su procedencia de un país gélido no se refleja en su implicación. Me separo de ella y mirándome a los ojos, sin decir nada, veo que desea más, me aparto con una sonrisa, me pongo de rodillas, ella también frente a mí, la beso apasionadamente, su piernas abiertas ofreciéndome su sexo, yo lo deseo. Cambio a la salvaje, una de mis posturas preferidas, empiezo fuerte, cada vez más, ella arquea la espalda, yo agarrado a sus nalgas doy rienda suelta al oso, se encabrita, sus zarpas agarran a la presa, zarpazo tras zarpazo consigue que ella de entregue totalmente, sus tejidos se relajan y el oso emite un rugido intenso, poderoso, interminable, total...... estamos exhaustos. Me retira el plástico con delicadeza, yo tomo unos sorbos del vaso que tengo a mi lado, ella me mira a través del espejo mientras se refresca un poco, veo que dice algo que no entiendo, no se lo pregunté, pero pensé que sería algo como “has disfrutado, cabrón”.
Estuvimos riendo y charlando, mucha complicidad en el trato. Daria de sobrenombre “Princesa Galadriel” cumplió con creces las expectativas de Bearot de sobrenombre “El Señor de los Anillos”, muchos besos para ella.