PROLEGÓMENOS:
Hacía tiempo que miraba sus fotos en girlsbcn. Espectaculares, una gata oscura, de verde mirada inquietante. Fotos agresivas, excesivo maquillaje con Photoshop, demasiada pintura de colores, una cara irrealmente bella. Llegué a pensar que se trataba de un transexual operado, su anuncio era excesivo. El silencio planeaba sobre una mujer tan espectacular. Ni una experiencia...
Y esa tarde estaba yo trabajando cuando recibí un sms. Era una amiga. Una forera. Una forera malvada, que me provocaba. Me anunciaba que esa tarde iba a ver a un amigo jovencito, un bollycao, que la volvía loca. Una forera que sabía que eso podía encender el turborreactor. Una manipuladora. No os diré quién es.
De modo que mi silla empezó a pegárseme al las piernas, el teclado del ordenador se volvía pegajoso, mis ganas de trabajar se esfumaron por arte de magia y se levantó un viento huracanado de desasosiego que subía del vientre a la cabeza, arrastrándolo todo.
Así decidí que necesitaba algo fuerte. Un salto al vacío, riesgo, emoción, posible fracaso, el que nada juega nada gana, hay que hacer un repaso a las misiones imposibles... Alguien se quejaba de que no postea experiencias ni Dios. ¿Un sacrificio por el forosx? ¿Por qué no? La inseguridad, el morbo de la duda... y si me arriesgo a averiguar si había sido un hombre...
Descolgué el teléfono con la clara sensación de que me metía en un berenjenal.
ANÁLISIS:
NOMBRE: Naomí
NACIONALIDAD: Brasileña, muy oscura de piel
FECHA: Abril 2008
EDAD, MEDIDAS, TELEFONO, TARIFAS: en su web
ENLACE WEB: http://www.girlsbcn.net/girls_archivos/gbnaomi5.html
ZONA DE TRABAJO: cerca de Plaza Universidad
FOTOS: una caricatura de una mujer hermosa.
PISO: apartamento propio bien situado, muy discreto, muy correcto, baño mejorable pero correcto.
DETALLES INTERESANTES: No fuma, un piercing y un tatuaje. Es una mujer esbelta, de estatura alrededor de 1,70
PERSONALIDAD: Amable, discreta, al principio algo fría, mejor leer experiencia.
EXTRAS SEXUALES: mejor se lo preguntáis
¿REPETIRÍAS?: Sí, si puedo (pronto se irá a Madrid).
UNA SORPRESA DE COLOR CHOCOLATE
Dadas las circunstancias de improvisación, tengo la suerte de que esté libre y podemos organizar un encuentro a tres cuartos de hora vista. Conozco la dirección, me trae buenos recuerdos. Acudo a la cita con la firme intención de dar media vuelta e irme si es una estafa. Esta vez no me van a joder. Por los huesos de mis muertos que esta vez no me dejo tomar el pelo... Llego puntualmente, llamo, subo y detrás de la puerta aparece la sorpresa: una mujer hermosa. De cara suave, bonitos ojos, un cuerpo prometedor. ¿Dónde está la fiera pintarrajeada de las fotos? Pues desaparecida. Naomí es una mujer bonita, bella, pero natural, suave.
Sufro un mosqueo inicial cuando me dice que el caché son 50 € más por una hora entera, lo que indica el anuncio es para 40 minutos... Pero como la encuentro muy superior a las fotos, decido no gruñir y pago. Hice bien, porque luego estuvimos juntos una hora y media y no miró el reloj.
Se desenvuelve con suavidad y no logro salir de mi asombro. Como he acudido recién duchado (una milagrosa ducha ultrarrápida) y perfumado, me acompaña al baño para lavar mis manos con agua tibia, las tengo un poco frías. Me las lava ella en un gesto realmente amable. De regreso a la habitación empieza a desnudarme sin piedad. Mientras prepara la cama descubro la suavidad de su piel y ataco la larga ristra de ganchitos de su corsé. Con una habilidad impuesta por el deseo, me los ventilo en pocos segundos, para sorpresa de la propia interesada, que queda con su torso al descubierto.
Un torso delicioso, de piel finísima, suave, morena morena, con un pecho natural realmente bonito. Mis dudas sobre su sexo se han ido desvaneciendo: su comportamiento, su voz, sus pies: todo indica que se trata de una mujer, levanto barreras y empiezo a dar rienda suelta a mi deseo. Empieza el contacto más íntimo, con caricias, besos y el goce de su cara y de su cuerpo. Sin embargo, es una mujer distante, algo fría, no se suelta. Está inquieta, parece preocupada por el teléfono, aunque lo ha dejado sin sonido y no lo coge, hay algo que le preocupa.
Y me sucede algo imprevisto, no puedo dar crédito a lo que veo. En mis relaciones suelo ser lento, muy lento, Yo no sé qué me hace Naomí (bueno, lo sé perfectamente, pero os dejo a merced de vuestra imaginación), pero a los pocos minutos, no más de cinco, me doy cuenta de que me estoy deslizando por un tobogán de sensaciones que me arrastra irremisiblemente al torbellino del más intenso placer. No puedo ni quiero reprimirme y me dejo arrastrar. Cinco minutos, seis o siete... no más. Naomí me ha arrancado el placer de un simple zarpazo. El cazador cazado. Estoy tan alucinado que no sé qué decir, si acabábamos de empezar. Naomí me tumba boca abajo y empieza a hacerme un agradable masaje de pies, piernas, nalgas y espalda. Mmmmmmmmm. Me va contando detalles de su sexualidad, su lento camino hacia el placer. Me canso de no verla y me giro, la estiro suavemente y le brindo la oportunidad de disfrutar un rato, a ver si el camino hacia su placer no es tan largo y tortuoso como dice. Es discreta pero vibra, se ha ido serenando y se concentra en sí misma, en su sexo, en las atenciones que le ofrezco. Su placer empieza a aflorar y lo trabajo con esmero, la espuma de sensaciones y vibraciones va subiendo lentamente de nivel hasta que se derrama con unas discretas expresiones que por su contención parecen evidenciar que no hay teatro. Su comentario, al alcanzar la cúspide de sus sensaciones: "no todos los hombres tienen esa paciencia".
Después de esto, Naomí ha cambiado. Sonríe, está relajada, amable, cariñosa. Empezamos a charlar y se va soltando, me cuenta sus preocupaciones (con razón las tenía, hay clientes con paciencia y clientes para perder la paciencia) y con ello se va sintiendo más a gusto. Tan a gusto que cuando nos damos cuenta, ambos hemos sobrepasado generosamente nuestros límites horarios previstos y tenemos que salir a la carrera... Se había detenido el tiempo.
Y AL FINAL... La gran sorpresa. Naomí es una mujer digna de mención, pero ahora me he enterado de que en breve se irá a Madrid. Es una lástima, hubiésemos hecho buenas migas, es una persona sumamente agradable. Le deseo lo mejor.
Dedico este relato a dos foreras. Una, la "amiga" que me provocó descaradamente. La otra, la forera Mireia, que siempre dice que ninguna me gusta.
Capi