PREÁMBULO:
Antes de conocer a Klara personalmente, tuve ocasión de estar intercambiando e-mails con ella durante un tiempo, unas semanas. Al principio reinaba la timidez, era nueva en esta plaza. Brasileña, escribía con una cierta dificultad el castellano y me preguntaba cosas sobre su modo de organizarse el trabajo con una confianza que me intrigaba. Decidió que iba a fiarse de mí, y así lo hizo. Transcurrieron semanas con nuestras conversaciones y empecé a sentir cosquilleo en el estómago, mariposas, como dice una amiga... Un buen día Klara me anunció que ya tenía su web a punto y que podría ver sus fotos. Como es lógico, salté sobre www.girlsbcn.com y pude verla. Una mujer fina, delgada, con poco pecho...
Pensé "no es mi tipo". Sin embargo, la relación que se había creado por correo era tan amable y dulce que decidí intentarlo, ya sabéis: "merece la pena intentarlo". Además, en aquellos momentos yo ya desconfiaba abiertamente del concepto de "mi tipo de mujer", por los gatillazos con chicas voluptuosas y por las maravillosas sesiones con algunas "que no eran mi tipo".
De modo que la llamé sin decirle que era yo; no quería una recepción especial y prefería dejar una puerta abierta por si las cosas no funcionaban. Así que a primeros de marzo de 2008 conocí a Klara.
ANÁLISIS:
NOMBRE: Klara
NACIONALIDAD: Brasileña, blanca, blanca
EDAD, MEDIDAS, TELEFONO, TARIFAS: en su web
ENLACE WEB: http://www.girlsbcn.net/girls_archivos/gbklara.html
ZONA DE TRABAJO: en Gràcia, cerca de Balmes/General Mitre
FOTOS: auténticas, sin engaño
PISO: apartamento propio bien situado, muy discreto, extremadamente limpio y ordenado, excelente
DETALLES INTERESANTES: No fuma, no tiene anclajes ni tatuajes. Es una mujer delgada, de estatura alrededor de 1,70
PERSONALIDAD: Fuerte, dulce, segura de sí misma, cariñosa
SEXUALIDAD: Potente
EXTRAS SEXUALES: mejor se lo preguntáis, no querría prometer nada en su nombre
¿REPETIRÍAS?: Sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí... ya veis, no puedo parar de repetir
¿QUÉ PASÓ ENTRE KLARA Y EL CAPITÁN?
Pues pasó que Klara se sorprendió muchísimo al saber que su cita era con el hombre que había compartido horas de conversación escrita y se le dibujó una gran sonrisa en la cara. Cuando la ví, al traspasar el umbral de su puerta, me quedé sorprendido por su mirada amable y directa. Una expresión dulce y penetrante. Me tomó de la mano y me condujo al dormitorio, donde tiene una camilla, una cama, velas encendidas... un ambiente acogedor.
Sin más preámbulos, casi sin tiempo a hablar, se creó una tremenda atracción que hizo desaparecer la ropa, eliminar obstáculos y dar paso a las muestras de afecto, a la sensación de comodidad de estar juntos, como si ya nos conociésemos de antes. Algunos diréis que eso ya lo he escrito antes, "déjà vu", pero cada caso es un caso. Y si se produce, pues es así. El deseo brotó con la fuerza de una cascada, arrasándolo todo, más allá de cualquier previsión.
Tendidos en la cama, se inicia una larga relación de una intensidad fuera de lo normal. Klara besa, mira, abraza y se desenvuelve con una fuerza que parece que no pueda caber en ella. Es una mujer sensible a las caricias, los besos en su cuello y en sus orejas la estimulan, mis tiernas pero firmes aportaciones a la piel de su cuerpo la hacen ondular como las olas que rompen en la playa, en un vaivén de placer y de sensaciones. Klara es una mujer tierna, muy tierna, y lo expresa en todo lo que emite: desde su mirada, sus besos, sus caricias, sus palabras al oído. Klara es una gran amante, sus besos se prolongan hasta perderse en el placer, no deja de mirar mientras ama y se deja amar. Es como estar enroscado a ella, ya no sabes si la posees o te posee, querrías perderte en ella. Klara goza, se pierde en su propio placer tanto como en el mío, la relación es desordenada, espontánea, nada planificado y sin patrones preestablecidos. Pero de una intensidad que me pone en órbita. Una relación vibrante, esa es la palabra.
Una vez en reposo, Klara se descubre como una mujer con un notable sentido del humor, divertida, sonriente, que disfruta jugando, capaz de soportar con una sonrisa mis innumerables perrerías (soy un gamberro). Probablemente me enternece que sea capaz de aguantarme.
Y AL FINAL... Salí de su casa con la sensación de estar en órbita. Sorprendido, extenuado, vivo, muy vivo. Suerte que no era "mi tipo". No hay tipo, hay atracción o rechazo. Y Klara es una mujer que atrae, que se hace querer, que deja poso, por su dulzura, su sentido del humor, su forma de mirar y la ternura que desprende.
LA EXPERIENCIA: pues resulta, amigos y amigas foreros, que esta es sólo la primera página de la novela. El resto, os reto a que la imaginéis, ya os he contado más de lo que debía. El primero de toda una caja de bombones.
Capi