Iniciado por
paula barcelona @ Sabado Apr 26, 2008 9:40 pm
Me he tomado un tiempo prudencial para poder asimilar y responder adecuadamente a ese post inicial, provocador y altanero...como lo es el propio animal que me tocó lidiar.
Si bien es cierto que una está ya algo entrenada, buenos maestros que tuve, también lo es el hecho de que cuando tienes enfrente un murlaco noble, un auténtico
toro de lidia que cumple sobradamente los tres requisitos indispensables para poder denominarle de ese modo: edad, peso y trapío.
La edad es la principal. Cuando un toro cumple cuatro años, es toreado por toreros que han tomado ya la alternativa.
De sobras es sabido que no todo es un bonito traje de luces, que en este caso era de un color miel...sin demasiados aderezos, para no despistar al noble que tenía enfrente. Una torera que se precie busca siempre la mejor corrida, pero eso no es posible si la actitud del poderoso murlaco no es la adecuada.
Las acometidas del muy noble animal que se apostaba siempre en los medios,
no hacía falta llamarle para que acudiese.. valiente y osado, me obligaron a usar mi imaginación, mi diestra e incluso mi siniestra, porque el que lo vale, lo vale. Y esta corrida señores, fue memorable, digna de las mejores críticas taurinas de todos los tiempos.
El espectador clamaba apasionado, el animal seguía en los medios, arremetiendo, valiente, me obligaba a hacer mis mejores pases bien aprendidos en los mejores cosos.
¿Cómo en nombre de Dios, puede dársele muerte a tal ejemplar?
La torera esta vez, aunque él no lo sepa, se rindió ante tal aplomo, valentía y algún desplante que se permitió el lujazo de darme.
Un día, volveré a torearle, volveré a clavarle las banderillas, disfrutaré de nuevo capeándole (que no capándole).
Es un reto...él lo sabe y yo lo sé.
Mis respetos.....
Petonetsssssssss