Los habituales ya conoceis mi escasa afición a postear mis experiencias. Y cuando me decido a hacerlo no hay manera de que utilice la plantilla. Pues hoy voy a postear una experiencia tan mala que merece la plantilla. Esta experiencia es bastante reciente pero la he tenido un tiempo en maceración, porque si llego a postearla el mismo día no sé que hubiese contado...
Y antes de postearla quiero decirle a Marien: Marien, a menudo comentas algo que considero muy acertado: que las chicas que trabajan en ciertas circunstancias (pisos cutres, horarios duros, exceso de trabajo, etc.) a veces cuando reciben un cliente no están en óptimas condiciones. Eso es razonable. Pero lo que voy a contar es una sencilla tomadura de pelo.
FECHA DE LA EXPERIENCIA: 1er trimestre 2008
NOMBRE DE LA ESCORT: Sharon
NOMBRE DE LA AGENCIA/PISO/CLUB: Agencia/piso sin nombre
WEB: http://www.girlsbcn.net/girls_archivos/gbsharon2.html
DIRECCIÓN:Berlín/Numancia
TELÉFONO DE CONTACTO: véase web
TARIFAS APLICADAS: las que le da la gana
DETALLES DE LA AGENCIA/PISO/CLUB: instalaciones correctas
DETALLES DE LA ESCORT: añadir, a lo que puede apreciarse en la web, que sin ser guapa tiene una cara agradable, un cuerpo bonito y una piel sedosa, muy fina...
Como veréis en la web, sus servicios mínimos requieren una contraprestación de 150 €. Si no se especifica lo contrario o no se explicita una escala de tiempos y honorarios, se entiende que ese precio sería por una hora. Por lo menos es lo que se suele aplicar.
Bien, la llamo a media tarde a ver si dispone de tiempo libre y me dice que todo el del mundo. Ese día hay fútbol, la ciudad estará desierta a mi hora. Los clientes están por otros menesteres, suele ser el día del cliente no fultbolófilo, el día en que te miman y te encuentran guapo. Le indico a que hora iré, asiente y me dice que los honorarios son 150€ por 40 minutos y 250€ por una hora. Mi escasa inteligencia me dice que cuelgue el teléfono y mi generosa estupidez me hace decir que de acuerdo. Empezamos con mal pie, pero estoy decidido a conocer a alguien nuevo, sin experiencias en el foro.
LLego puntual, subo al piso indicado, me recibe una chica rubia, alta, de aspecto agradable. Por su físico y su forma de hablar deduzco que procede de un país del Este, de Rusia, de... ? Tanto da.
Al primer intento de roce me aparta, con una risa nerviosa. Pasamos a una habitación decente, nada brillante, pero correcta, nada que objetar. Solicita el dinero con una falta de delicadeza muy interesante, lo cuenta a conciencia, me comenta que la mitad va para la agencia. Solicito una ducha, único favor que me será concedido. Cuando regreso, está ahí, de pie. Me acerco amistosamente (ya ando preocupado), intento rodear tu talle con la mano y se aparta, nueva risa nerviosa. No os voy a cansar con detalles estúpidos, pero cada vez que me acerco suelta la risita de hiena y me separa. Echados en la cama, lo mismo. Pretende que yo no haga nada (y ella poca cosa). Vuelvo a pasar mis manos por detrás de su espalda y la atraigo hacia mí y se separa bruscamente. Me empiezo a enfadar, le digo que qué se supone que he ido a hacer allí si no permite que la abrace. Respuesta acojonante: "Es que me inmovilizas, no puedo moverme si me agarras por la espalda". Intento controlar la adrenalina y le digo con paciencia que lo más elemental es el abrazo y etc. etc. Intuye mi malestar y afloja un poquito y empieza a hacer cosas amables, con lo cual logra remontar el tema, ya me entendeis. Viendo que la cosa hay que pillarla sobre la marcha porque dudo que acabe bien, le pido la protección debida para acelerar la relación.
Sorpresa, sorpresa: saca la cajita de condones y un sextante, instrumento que usamos los marinos para seguir sin saber dónde estamos. Ah! No, no es un sextante, es un vibroconsolador bífido de color rojo diablo de aspecto altamente repulsivo. No salgo de mi asombro: en lugar de ponérmelo a mí, le pone el condón al cacharro espantoso, lo unta de lubricante y empieza a masturbarse y a penetrarse, de rodillas en la cama, gimiendo como si le gustase.
Alucina, Capitán, eso es un iceberg... Mi vibroconsolador natural, ante tal agravio, decide irse a hacer la siesta. La evidencia es tal que la dama se da cuenta de que la ha cagado (sorry) e intenta restablecer el orden. Pero como la cosa no creo que tenga remedio, decido dejar correr el tema y pasar al contraataque, a ver si logro animarla un poquito a ella, estimulado por la notabilísima finura y tersura de su piel (salvo dos moretones que atribuye a una mudanza). Inicio el asalto con suavidad en un intento de evitar que se sienta incómoda, una suavidad casi fantasmagórica, y a los pocos segundos pega un brinco, que le hago daño, que la barba, que no sé qué... Nuevo intento suave. Capi, no muevas nada que no debas mover, procura ser suave, la dama es sensible, nada que rasque, que arañe, que roce... nuevo brinco, ay me has hecho daño. Emersión, alzo la cara, la miro y digo ¿quieres que pare? Contesta: sí, para y rápidamente se mueve para desembarazarse.
Muy educadamente me alzo de la cama y le digo lo que opino de ella: si no te gusta un cliente, tienes todo el derecho del mundo a rechazarlo, pero sin tomar el dinero. Si no te gusta su profesión, pues búscate otra. Pero a lo que no tienes derecho, Sharon, es a tomar el pelo a un cliente que te está tratando como a una princesa, con una delicadeza rozando el ridículo y que encima te quejes. Cuando ve que me visto se queda realmente jodida (virtualmente, of course) porque no esperaba tal reacción. No le vuelvo a mirar la cara. Ni paro de decirle lo que pienso. Se cubre el cuerpo con una toalla porque quizá quiere cubrirse la vergüenza. No sé si la tiene, probablemente no.
Lamento explicar esto, lo hago a disgusto, lo he madurado y he dejado cosas en el tintero porque se me ha pasado el enfado, pero hace un tiempo alguien preguntaba por ella en el foro... y creo que estas cosas hay que decirlas. Lo siento.
Si alguien se interesa por más detalles sobre ella, me los puede pedir por MP.
Ciao!
Pescanova