NOMBRE DE LA ESCORT: Sayuki
DIRECCIÓN: Calabria con Roma.
TELÉFONO: 66453150
WEB:
Girls BCN,
Mil Contactos,
Guía Relax,
Escorts BCN
NACIONALIDAD: Nipo-brasileira
EDAD APROXIMADA: Dice 24, aunque en breve cumple los 25. Puede ser. Podrían ser dos o tres menos.
FECHA APROXIMADA DE LA EXPERIENCIA: 1/12/2007, 00:15 a 2:00
TARIFAS APLICADAS: 200 €
¿FUMA?: Sí, pero poco. No en mi presencia.
¿TATUAJES O PIERCING?: Piercing bajo la comisura izquierda de su boca. No vi signos de perforaciones en las orejas, pero no había suficiente luz.
Ha sido una semana bastante difícil. La combinación de las últimas fotos de Sayuki y la experiencia de
Pochilam (gracias) eran el empujoncito que me faltaba para decidirme.
El contacto ha sido un pelín complejo; en un primer momento hemos hablado a las ocho de la tarde (quería informarme de hasta qué hora atendía, ya que no veía claro finalizar mis visitas laborales antes de las 22 h). Me confirma que cierra la paradita a las 00:00, y que no hay problema en que la llame más tarde; no trabaja los fines de semana. Bien. Sigo hasta finalizar mis tareas, ceno... y cuando me doy cuenta, son las 22:25. Nueva llamada: tiene una posible cita en un rato, se la confirmarán... mejor llamo en 15 minutos. Bueno... a esperar un ratito más. Las 22:40... tiene visita, estará ocupada hasta cerca de medianoche. Sorpresa: esta dispuesta a atenderme a esa hora. Me da la dirección aproximada, y preparo la salida.
El piso es correcto y limpio. Comparte con chica rusa, a la que no ví. Habitación de unos 12 m², ocupada por una cama enorme, iluminada por una lamparilla de mesa con bombilla de 60 W y regulador de intensidad; decoración sencilla pero agradable, transmite pulcritud. En una percha, el qipao de seda rojo con el que aparece en su anuncio. Ella me recibe pulcramente vestida con la bata con estampado "leopardo" con que aparece en Mil Contactos, ropa interior y medias negras, y zapatos de tacón; atisbo una leve sombra de cansancio bajo sus ojos. Tal y como dice
Pochilam, desborda simpatía; una simpatía calmada. Nos sentamos sobre el lecho y me invita a una bebida, que acepto. Finalmente, me pregunta si me apetece una ducha, me tiende una toalla y me acompaña al baño. Me ducho solo; tras regresar, ella procede a asearse, deslumbrante en su lencería negra. Baja la intensidad de la luz a poco menos de la mitad.
Propone un masaje, a lo que accedo. Muy bueno, si bien no es shiatsu; buen juego de pulgares; se concentra en todos los nudos que va encontrando. Finaliza con unas agradables pasadas con sus turgentes senos. Media vuelta, y al tajo. Besitos (piquitos, no besa con lengua... si bien no vacila en emplear su lengua en el cuerpo. Finalmente, me pone el preservativo con la boca (he de decir que apenas me doy cuenta), y pasa a una sesión de francés bastante buena; alterna con "sorpresa" anal -no es mi fuerte, me temo. Cuando veo que no puedo más, pido cambio de tercio. Se suelta su preciosa melena y me cabalga suavemente, mientras jugueteo con sus gloriosas nalgas y sus turgentes senos. Paso encima de ella, me siento especialmente cómodo y consigo un buen ritmo... sospecho que ella tampoco esta incómoda: es una de las sesiones en que más he durado, y ellas saben como acabar con nosotros en cuestión de segundos.
Limpieza, y nos sentamos a charlar amigablemente. Sospecho que cada uno de nosotros acaba hablando algo más de la cuenta, qué le vamos a hacer. Por cierto, aquí es donde más me divierto; sus expresiones faciales son absolutamente japonesas. Con esta luz, no puedo evitar compararla con la camarera del restaurante Machiroku; si bien la nipona es de tez más blanca que la brasileña, ambas comparten la misma cara de zorrita pizpireta; la tenue iluminación difumina las características occidentales de su rostro; hay momentos en que realmente podría ser una amiga de toda la vida.
Finalmente me ducho y me marcho; ya es hora de retirarse... o de sugerirle dormir juntos
En resumidas cuentas: chica bonita, competente en masaje y sexo; simpática pero con firme personalidad; en cuanto a caracter, quizá algo más tranquila que Flavia. No es un volcán; tiene excelente memoria; cosa curiosa, a pesar de que le gustan los perfumes, prefiere que sus clientes no empleen. Se obtiene el máximo potencial de ella tratándola con amabilidad, educación, humor y seguridad. Estilo "amiga con derecho a roce".
Desde que volví y estuve con Flavia, la mayor parte de las chicas han sido tranquilitas... ¿será que no me apetecen volcánicas?